10.07.2015 Views

primeras-paginas-verdad-sobre-caso-harry-quebert

primeras-paginas-verdad-sobre-caso-harry-quebert

primeras-paginas-verdad-sobre-caso-harry-quebert

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—No mucho, a decir <strong>verdad</strong>.—¿Y ande va usté así, si no le importa?—A New Hampshire.—Un sitio fetén. Sobre todo en verano. ¿Y a qué va? ¿A pescar?—Sí.—¿A pescar qué? Hay sitios de lubina negra alucinantespor allí.—A pescar jaleos, creo. Voy a ver a un amigo que tieneproblemas. Problemas graves.—Bueno, ¡no serán problemas tan graves como los de HarryQuebert!Se echó a reír y me estrechó calurosamente la mano porque«no se veía muy a menudo a famosos por aquí», después meofreció un café para el camino.La opinión pública estaba conmocionada: no sólo la presenciadel manuscrito junto a los huesos de Nola incriminaba definitivamentea Harry, sino que la revelación de que su libro se habíainspirado en una historia de amor con una chica de quinceaños suscitaba un profundo malestar. ¿Qué debían pensar ahorade ese libro? Con ese escándalo de fondo, los periodistas se dedicabana interrogarse <strong>sobre</strong> las razones que habrían podido llevar aHarry a asesinar a Nola Kellergan. ¿Le había amenazado con hacerpública su relación? ¿Había querido a<strong>caso</strong> romper haciéndoleperder la cabeza? No pude evitar seguir dando vueltas a esas preguntasdurante todo el trayecto hasta New Hampshire. Intentéapagar la radio y poner ópera de nuevo para ver si mi mente dejabade hacer cábalas, pero no había aria que no me hiciese pensaren Harry y, en cuanto pensaba en él, volvía a recordar a esa chiquillaque yacía bajo tierra desde hacía treinta años, al lado de esa casadonde yo consideraba haber pasado algunos de los años más hermososde mi vida.Tras cinco horas de trayecto, llegué a Goo se Cove. Fui hastaallí sin pensármelo dos veces. ¿Por qué no fui directamente aConcord para ver a Harry y a Roth? El arcén de la federal 1 estaballeno de furgonetas con antenas parabólicas en el techo, mientrasen el cruce con el caminito de grava que conducía a la casa varios

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!