18la casa <strong>de</strong> ella que queda enfrente y, aparentemente, todoestaba calmado, y siguió la fiesta, hasta que llegó Nando yempezó a cobrarle una plata al esposo <strong>de</strong> mi sobrina Diana.Ellos empezaron a discutir y cuando la hermana <strong>de</strong> Dianavio que estaban alegando, se fue dizque a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r al Mono,el marido <strong>de</strong> Diana. Entonces, Nando, cuando vio que Zoryle tiró a la cara, la empujó. El novio <strong>de</strong> Zory vio esto y entrócorriendo y sacó el revólver con el que Luis había hecho lostiros antes y le disparó a Nando. Él quedo herido y lo tuvieronque llevar <strong>de</strong> urgencias.Z. Y ese muchacho, ¿se murió?N. No, él no murió allí, pero a partir <strong>de</strong> ese día todo seconvirtió en tragedia. Una muchacha que estaba en la terraza,enseguida <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> mi hermana, afirmó que Luis lehabía prestado el arma al novio <strong>de</strong> Zory, cosa que era mentira.Pero como ese Nando pertenecía a una banda <strong>de</strong> sicarios,ellos le creyeron a ella y <strong>de</strong>cidieron cobrarle a mi sobrinoLuis “los daños y perjuicios” ocasionados en la noche<strong>de</strong>l cumpleaños. Y al otro día llegaron los tipos buscándolo,para que pagara los gastos médicos <strong>de</strong>l herido, que parecíaestaba <strong>de</strong> muerte. Según ellos, mi sobrino <strong>de</strong>bía respon<strong>de</strong>rporque él había prestado el arma. Los primeros días, Luistuvo que conseguir plata para pagarles con tal <strong>de</strong> que no lomataran. Él les dio plata la primera semana, la segunda tuvoque ven<strong>de</strong>r sus cosas, quedarse sin nada y, a<strong>de</strong>más, tenía lazozobra <strong>de</strong> que lo mataran. Cuando no tenía más plata paradarles, fue el Patrón <strong>de</strong> ellos a amenazarlo: o pagaba o lomataban. Luis vendió lo último que le quedaba, un equipo<strong>de</strong> sonido. Pero ahí no terminó todo, porque tuvo que irselejos <strong>de</strong> la casa, junto con Zory y el novio <strong>de</strong> ella porque losiban a matar.Z. ¿Y qué pasó?N. Pues al Patrón le tocó irse <strong>de</strong> la ciudad a cumplir
con sus “trabajos”. Y ya sin el Patrón cerca, todo parecíaen calma. Con mi familia íbamos a visitarlos y les advertíamosque no vinieran a la casa. Todo estuvo tranquilo por untiempo. A raíz <strong>de</strong> este problema, mi sobrino que era muygrosero y altanero con nosotras, cambió muchísimo y hastanos pidió disculpas. Yo también me olvidé <strong>de</strong> mis problemascon Luis, que por cierto no le había vuelto hablar, perobueno, nos reconciliamos entre la familia y todo quedó encalma por un tiempo. Después <strong>de</strong> este problema fue quePedro llegó a mi casa y se convirtió en mi mano <strong>de</strong>recha, miamigo, mi protector. En el día trabajábamos y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>las seis salíamos a conversar. A veces me pedía que entraraa su casa pero yo me negaba. A<strong>de</strong>más, me daba pena con lagente vecina. Todo continuaba normalmente, poco a poconos fuimos compenetrando más, compartíamos más tiempo,ya no eran solo raticos, yo compartía todo con él, menosla cama. Hablábamos mucho, él me contaba secretos, yolos míos, le conté entre muchas cosas, que aún me gustabaDiego, un hombre que vacilaba conmigo tiempo atrás. Paramí era muy bello y físicamente me gustaba mucho, era algopuramente físico. Él como siempre me escuchaba, pero nome juzgaba, ni se enojaba. Si yo le contara eso a mi actualpareja, mínimo me echa, pero él no, jamás, él era un amigo<strong>de</strong> verdad, y hasta me <strong>de</strong>cía que lo buscara, que intentarahablar con él. Pedro hacía eso porque sabía que tenía su esposay no podía ofrecerme una relación estable. Lógico queél no me lo <strong>de</strong>cía, pero yo lo <strong>de</strong>ducía <strong>de</strong> esa manera.Z. ¿Y qué hiciste?N. Recuerdo que un día estábamos enrumbados enla esquina y Diego me buscó para que le hiciera un favor.Entonces fuimos a mi casa y como no teníamos la llave, metocó entrar por la ventana y él estaba viendo. Al otro día medijo que lo había visto y me dijo que yo tan boba, que por<strong>Fugas</strong> <strong>de</strong> <strong>tinta</strong> 219
- Page 2 and 3: Ministra de CulturaMariana Garcés
- Page 4: 101115127131Buenaventura103 Un casi
- Page 12: 12llamaron a lista, una a una. Term
- Page 15 and 16: también se acostó con otro amigo
- Page 17: y sola. Yo trabajaba vendiendo bare
- Page 21 and 22: para que no me fueran a “humillar
- Page 23 and 24: que le iba a decir lo nuestro. Yo n
- Page 25 and 26: sobrino, la novia, los dos hijitos
- Page 27: mostró muy solidario conmigo, orga
- Page 32 and 33: 32tenido mucho acercamiento. Bueno,
- Page 34 and 35: 34mis hermanas de compras, y cómo
- Page 36 and 37: 36hermana dijo: “debe ser que est
- Page 38 and 39: 38la esposa averiguando por qué Pe
- Page 40 and 41: 40y no hubiese pasado nada. “Si y
- Page 42 and 43: 42de que mañana al despertartodo s
- Page 44 and 45: 44cogía y me los estregaba en la c
- Page 46 and 47: 46y que yo, pero ella vivía con su
- Page 48 and 49: 48Allí solo se escuchaban las voce
- Page 50 and 51: 50hacían pero yo no podía, o no q
- Page 52 and 53: 52Dejé de estudiar y mi madre sigu
- Page 54 and 55: 54saber nada de ella. Fue tanto el
- Page 56 and 57: 56Nuevamente llegó la hora de segu
- Page 58 and 59: 58Después de haberse ido el avión
- Page 60 and 61: 60Fuimos a ver a mi hermana en el b
- Page 62 and 63: 62el labio y se lo dejó colgando.
- Page 65: BucaramangaDirector de Taller: Fabi
- Page 68 and 69:
68de la ciénaga, lo que encontraro
- Page 70 and 71:
70que lo conocí en la agencia de v
- Page 72 and 73:
72veces discutíamos, sobre todo, c
- Page 74 and 75:
74-¡La liebre, la liebre! -gritaba
- Page 76 and 77:
76animales para la perrera, pero la
- Page 79:
Cuando llora un guerreroRichard Alb
- Page 82 and 83:
82Los jinetes llegaron, se apearon
- Page 84 and 85:
84era demasiado para él, aquella m
- Page 86 and 87:
86Cuando terminó pensó que faltab
- Page 88 and 89:
EcoRicardo Álvarez P.Quién eres,
- Page 90 and 91:
El hiloKarin Antonio Díaz RincónA
- Page 93 and 94:
CondenaGrimoaldo Arrieta Gutiérrez
- Page 95 and 96:
cuñada odiaba sus travesuras. De p
- Page 97 and 98:
El barcoGrimoaldo Arrieta Gutiérre
- Page 99 and 100:
Oda a mi abogadoGrimoaldo Arrieta G
- Page 101:
BuenaventuraDirector de Taller: Alf
- Page 104 and 105:
104El reloj sigue con su encantador
- Page 106 and 107:
106Fue un día de visita inolvidabl
- Page 108 and 109:
108puso en medio, Mayker salió cor
- Page 110 and 111:
110algo con el fin de conocerla má
- Page 112 and 113:
112cuando siento que alguien como t
- Page 115:
MedellínDirector de Taller: David
- Page 118 and 119:
118poder que se justifica con dogma
- Page 120 and 121:
120Para mí no hay más demonio que
- Page 122 and 123:
122nosotros, sabremos cuál es el c
- Page 124 and 125:
124le hacía falta el macho que la
- Page 127:
Colonia Agrícolade AcacíasDirecto
- Page 131:
Peñas Blancas,CalarcáDirector de
- Page 134 and 135:
134terminar. Me dirigí a la casa d
- Page 136 and 137:
Apasionado por el fútbolJosé Augu
- Page 138 and 139:
Por la curiosidadJosé Geovanny Vé
- Page 140 and 141:
Cómo es ser hija de putaJCMNo cono
- Page 142 and 143:
142“huy, esa es prostituta; huy,
- Page 144 and 145:
144-Pero, cuál fin, si todo esto e
- Page 146 and 147:
Por un amigoRubén Darío Quiceno J
- Page 148 and 149:
148sobresalía era Jazmín, una her
- Page 150 and 151:
150El Mocho me miró de una forma t
- Page 152 and 153:
Relato de vidaRubén Darío Quiceno
- Page 154:
154Me arrodillé y le pedí a Dios