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Haber Vivido. Eloy Sánchez

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<strong>Haber</strong> vivido \63Me gustaría hacer un último apunte en el que se muestra otro aspecto de lapersonalidad de <strong>Eloy</strong>, un dualismo sólo aparente: el contraste entre, por un lado,el hombre práctico que domina hasta el último detalle los aspectos más variadosde la vida cotidiana, desde la técnica (es, por ejemplo, un consumado electricistacasero) hasta el conocimiento de la buena ropa, y, por otro lado, el soñador quevive sólo en su canto, el cual constituye su ser más verdadero.Se trata de una escena de hace algunos años.Yo estoy sentado un anochecer de invierno en el Café del Arco de Santo Domingoy lo veo venir por mitad de la plaza del Romea, rumbo a la Universidad, o a lalibrería de nuestro gran amigo Diego Marín. Lo veo acercarse con su abrigo oscuroconcienzudamente abotonado hasta el cuello, y con su andar decidido, algo marcial,la cabeza un tanto desafiante, el brazo izquierdo doblado para sostener un casihabitual sobrecillo marrón que lleva —con algún libro o papeles de su profesión—, yel brazo derecho arriba y abajo, lanzado al aire con cierta energía. Es, desde luego, unandar inconfundible.Pero he aquí que, de pronto, alza un poco la vista, y va deteniendo su marcha, hastaque se para. Algo ha observado que contempla con suma atención. Desde dondeyo estoy no puedo saber qué es (nadie sabe lo que ve el poeta). Pero sin duda tienerelación con los cielos del hermoso anochecer que nos ha tocado vivir hoy, con lagloria del día que termina. Así está unos segundos, sin moverse, entregado a esemaravilloso regalo de la vida.Ahí hemos visto cómo ha pasado en un momento de ser el hombre práctico,conocedor de los mecanismos del mundo, de caminar voluntarioso y resuelto, aser el hombre contemplador que habita en lo hondo de su ser.Luego sigue andando, yo hago un gesto por la cristalera del bar y él me ve,sonríe y levanta la mano. Como aún le queda tiempo, se sienta un rato en el café—aunque declina la oferta del camarero— y allí recomenzamos nuestra charla desiempre, esa Conversación Interminable que llevamos, que es seria en muchas cosas,y en la ultimidad, pero que pasa llena de bromas, de sorna, de chanzas, de increíblebuen humor.* * *

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