Acerca del estilo formal y los tipos... - Facultad de Ciencias Humanas

8acerca de la naturaleza del tipo textual, tampoco lo hay acerca de la cantidad de tipostextuales. 3A pesar de las objeciones que puedan formularse a las diferentes definiciones o al hecho deque todas coexistan con relativo éxito, lo interesante es que la noción de tipo textual esproductiva porque actúa como un instructivo tanto para la recepción como para la producción.Volviendo al caso de la argumentación, desarrollamos una caracterización que especificaba:a) función pragmática: persuadir, convencer al receptor;b) recursos y estrategias: cita y mención de autoridad, concesión aparente, establecimiento decausas y derivación de consecuencias, pregunta retórica e hipérbole, además de todos losrecursos y estrategias utilizados en la elaboración de un texto expositivo (en este último caso,con la función de informar, no la de persuadir): definición, paráfrasis, ejemplo, analogía, etc.;c) estructura: introducción, tesis, demostración o justificación y conclusión.Al aprender estas características, los alumnos efectuaron una lectura ordenada del ensayoque les suministramos. Identificaron los recursos y estrategias, las partes de la estructura y elpropósito pragmático del autor. En otras palabras, el conocimiento del tipo textual les dioestrategias de lectura: sabían qué buscar y por qué.A partir de algunos ejemplos dados en clase por los alumnos, suponemos que esteconocimiento también es útil para la planificación textual. Lamentablemente, por una cuestiónde tiempo, no pudimos desarrollar actividades de escritura de ensayos (hecho que, porsupuesto, relativiza la validez de lo afirmado sobre este punto).Un asunto vinculado directamente con la productividad pedagógica de las tipologíastextuales, es el de la biografía escolar de los alumnos. Aquellos que egresaron del nivel mediohace más de diez años están en desventaja respecto de los que lo hicieron hace menos tiempo,ya que no estudiaron en la escuela nociones tales como texto argumentativo, génerodiscursivo, cohesión, etc. Esto, sin ignorar, por supuesto, que, a la brecha de los diez años quelos separa del nivel educativo anterior, hay que agregarle, en muchos casos, la pérdida delhábito de estudio, el abandono de la lectura y de la producción de textos académicos.3A partir de divergencias como estas, conviene reflexionar acerca de la categoría bernsteiniana derecontextualización, esa instancia intermedia entre el campo de la producción teórica y la escuela. En medio deuna eclosión de contenidos curriculares que facilita el descenso de la teoría, el control real del proceso estácompartido entre el Estado y las empresas editoriales.