El Banquete de Los Idiotas - Documento sin título

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124 Banquete de los idiotas de Rachel CaineCapítulo 10El sábado amaneció más frío e invernal, parecía de metal.Shane y Claire condujeron hasta el amanecer, cansados pero tranquilos. Habían bailadohasta que cerró el restaurante, después conducido y apartado. Había sido dulce y necesitado yClaire casi, casi quería ir más lejos… al menos al asiento trasero.Pero Shane había mantenido su palabra, sin importar lo frustrante que era para ambos, ysuponía que eso seguía siendo algo bueno.Mayoritariamente, quería quitarse la ropa y meterse en la cama con él y no salir nunca.Pero le besó ante la puerta de su habitación, y sabía por su mirada que no confiaba quedarsecon ella.No esta noche. Ni siquiera con todo el mundo cambiando.Claire se durmió justo antes de que el sol saliera. Hasta la hora de comer. Se levantósolamente porque la vecina de al lado puso en marcha el cortacésped. Era una maquina dejardinería, y no importaba cuantos cojines se puso Claire encima, no tapaba el sonido.La casa estaba inquietantemente tranquila. Claire se puso su albornoz y se fue por el pasillohasta el cuarto de baño. Ella aprovechado para llamar a la puerta de Eve en el camino, pero nohubo respuesta. Tampoco en la de Shane ni la de Michael. Ella se dio la ducha más rápida de lahistoria y se fue abajo, para descubrir… nada. Ni Michael, ni Shane, ni Eve. Y ninguna nota.Había café en la cafetera, pero hace mucho que se había preparado.Claire se sentó en la mesa de la cocina y miró los números de su teléfono. Eve no respondía,y el de Michael saltaba al buzón de voz. Al igual que el de Shane.“Hey.” dijo Claire cuando su voz le dijo que dejara su mensaje. ''Yo sólo… esperaba verte. Yasabes, esta mañana. Pero, mira, llámame, ¿por favor? Quiero hablar contigo. Por favor.”Se sentía tan sola que las lágrimas le llenaron ojos. La fiesta. Era hoy.Todo estaba cambiando.Un sonido en la puerta trasera la sobresaltó, y miró a través de la ventana por un largotiempo antes de abrir la puerta. Dejó la cadena de seguridad puesta, por si acaso. “¿Quéquieres, Richard?”El coche patrulla de Richard Morrell estaba aparcado en la acera. No tenía la sirena ni lasluces puestas, así que suponía que no debía ser una emergencia. Pero le conocía lo suficientepara saber que no hacia visitas de cortesía, al menos no a la casa Glass.Y no en uniforme.Traducido por Belethhttp://geki‐libros.blogspot.com
125 Banquete de los idiotas de Rachel Caine“Buena pregunta.” Dijo Richard. “Supongo que quiero a una chica que sepa cocinar, que legusten las películas de acción, que se vea bien en pantalón corto. Pero supongo que meconformaré con que quites la cadena de seguridad y me dejes entrar.”“¿Cómo sé que eres tú?”“¿Qué?”“Ysandre. Ella... Bueno, digamos que necesito estar segura de que eres tú.”“Tuve que quitarte unas esposas en el baño de la universidad la semana pasada. ¿Qué teparece eso?”Quitó la cadena de seguridad y retrocedió mientras él entraba. Parecía cansado, no tantocomo ella estaba, pero pensaba que eso no era humanamente posible. “¿Qué es lo quequieres?”“Voy al baile de esta noche.” Dijo. “Suponía que tú también. Estaba pensando en llevarte encoche.”“No… no voy a ir.”“¿No?” Richard parecía sorprendido por eso. “Curioso. Pensaba que ibas a ser laacompañante de Amelie. Está orgullosa de ti, ¿Sabes?”¿Orgullosa? ¿Por qué demonios iba ella a estar orgullosa? “¿Qué, como si fuera su perritofaldero?” Preguntó Claire secamente. “¿El mejor del show?”Richard levantó sus manos a modo de rendición. “Lo que sea, no es asunto mío. ¿Dóndeestán los demás, por cierto?”“¿Por qué?”“Es mi trabajo saber donde están los que crean problemas.”“¡No creamos problemas!” Richard le dedicó una mirada. Una que tenía que admitir que semerecía.“Tú hermana va, ¿Lo sabes?”“Sí, lo sé. Ha estado presumiendo de eso en casa todos los días. Se ha gastado una fortunaen un vestido. Papá va a matarla si le pasa algo. Creo que está pensando en devolverlo.”Claire agitó la recién preparada cafetera, y Richard asintió mientras se sentaba en la mesade la cocina. Le pasó una taza y le miró mientras bebía. Parecía… diferente hoy. Todo habíacambiado. Richard parecía más vulnerable. Siempre había sido el tranquilo, el cuerdo de losMorrell. Hoy, parecía casi de la misma edad que Mónica. “Creo que algo va a pasar.” DijoClaire. “¿Tú no?”Richard asintió débilmente. Había líneas de tensión alrededor de sus ojos, y bolsas bajo susojos. “Este Bishop, no es como los demás.” Dijo. “Le conocí. Yo… vi algo en él. No es humano,Traducido por Belethhttp://geki‐libros.blogspot.com
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