El Banquete de Los Idiotas - Documento sin título
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151 <strong>Banquete</strong> <strong>de</strong> los idiotas <strong>de</strong> Rachel CaineY le tiró el agua bendita a Ysandre sobre la cara.<strong>Los</strong> gritos <strong>de</strong> Ysandre fueron tan agudos que el cristal <strong>de</strong> las mesas tembló. Se apartó,agitando el pelo, lanzando gotas sobre François, que se estaba acercando a ella. Él tambiéngritó. Cuando las gotas les tocaban, su piel se fundía. Claire miró, aterrada. Les había hechodaño. Mucho.Myrnin se rió, fuertemente, y sacó la fina y afilada daga que llevaba. Mientras Bishop seacercaba a él, le cortó, todavía riendo.Acertó.Había una pequeña herida en el brazo <strong>de</strong> Bishop, casi un rasguño, pero Claire vio el corte enlas ropas <strong>de</strong>l vampiro, y el ligero rastro <strong>de</strong> sangre sobre la daga.Bishop pareció sorprendido como para examinar el daño que había sufrido su disfraz.Las risas <strong>de</strong> Myrnin eran cada vez más altas, y se giró <strong>de</strong> nuevo, velozmente. “¡Myrnin!”gritó Claire. Estaba tratando <strong>de</strong> alejarse <strong>de</strong> Ysandre, quemada y furiosa, quién iba hacia ella. Setropezó y cayó al suelo. “¡Myrnin, haz algo!”Dejó <strong>de</strong> hacer volteretas y miró al cuchillo sangriento que tenía en la mano.“Se lo dije a Sam antes, tienes que saber cuándo parar.” Dijo él. “ha llegado el momento,Claire.” Le lanzó un beso y se metió bajo la mesa.Y se fue corriendo, riéndose, todavía sujetando el cuchillo. Por el pasillo. Durante unosbreves segundos nadie se movió. Claire miraba a Ysandre, que parecía igual <strong>de</strong> sorprendida, ymiró a Bishop.Este jugueteó con el agujero <strong>de</strong> su disfraz, y se rio.“Que loco.” Dijo, casi orgulloso. “<strong>Los</strong> hombres locos son las bromas <strong>de</strong> Dios, ¿No crees?”Se sentó en el trono, sonriendo. “Ysandre, <strong>de</strong>ja a la niña. Les voy a permitir esta noche anuestros amigos sus pequeños <strong>de</strong>safíos.“¡Me ha quemado!” Soltó Ysandre.“Y te curarás. No te quejes como un perro pateado. Es lo que te mereces.”Amelie, notó Claire, no se había movido. Ni siquiera cuando la vida <strong>de</strong> Claire estuvo enpeligro. Ahora lo hizo, para ayudarla a ponerse <strong>de</strong> pie.“Ya es suficiente.” Dijo. “Ya te has divertido. Padre. Termina esto.”“Muy bien.” Dijo. “Es hora <strong>de</strong> mi examen, hija. Júrame lealtad, y todo terminará.”“Si te juro lealtad nunca se terminará.” Le corrigió Amelie. “Nunca he jurado ante ti. ¿Quéte hizo pensar que hoy iba a cambiar eso?”Traducido por Belethhttp://geki‐libros.blogspot.com