El Banquete de Los Idiotas - Documento sin título

16 Banquete de los idiotas de Rachel CaineMichael estaba haciendo el equivalente vampiro de jadear, pero asintió, con los ojosdesenfocados y perdidos. “Sí.” Dijo débilmente. “Están bien. Es por eso que François vinodetrás de mí, porque me puse entre él y tu madre.”“¿Fue a por mi madre?” Claire volvió a tratar de ir hacia la puerta de la cocina, y esta vezShane casi no consiguió sujetarla.“Tío, ese no es el tipo de ayuda qué quería.” Le dijo Shane a Michael, y rodeó a Claire consus brazos para mantenerla en la cocina. “Tranquila. Amelie está ahí, y sabes que puedemantener las cosas bajo control…”Claire lo sabía. Después de pensarlo otra vez, le hizo estremecerse, porque Amelie eracapaz de ver a sus padres como material desechable si eso le ayudaba en algo. Veía a Clairecomo desechable, siempre. Pero Shane no la soltó hasta que le golpeó con el codo y sintiócomo se aflojaba el agarre. No se dio cuenta de lo que había hecho… hasta que vio un reguerode sangre en su camiseta, y Shane se apoyó en la silla más cercana.Le había golpeado en dónde le habían disparado.“¡Maldición!” Siseó Eve, y levantó la camiseta de Shane para dejar ver su estómago –todavía herido‐ y los vendajes blancos, que ahora estaban empapados con sangre fresca. Clairecasi podía olerla…… y como si estuviera en un sueño, o en una pesadilla, se giró para mirar a Michael. Sus ojosya no estaban descentrados. No, estaban bien abiertos y despiertos, y muy aterradores. Sucara estaba todavía blanca, y no estaba respirando.“Haz que deje de sangrar.” Susurró. “Rápido.”Michael tenía razón. Shane era cebo en un tanque de tiburones, y Michael era uno de lostiburones. Shane estaba mirándole mientras Eve tocaba los vendajes, asegurándose de queestaban bien apretados. “Creo que ya está bien, pero necesitas tener cuidado.” Dijo. “Esosvendajes tienen que ser cambiados. Quizás te haya saltado un punto o algo.”Puso su hombro bajo el brazo de Shane y le ayudó a ponerse de pie. Shane todavía estabamirando a Michael, y Michael no parecía ser capaz de mirar hacia otro sitio que no fuera elvendaje ensangrentado o el estómago de Shane.“¿Quieres un poco?” Shane preguntó. “Ven a por ella, chico murciélago.” Estaba casi tanpálido como Michael, y su expresión era tensa y furiosa.Michael de alguna forma consiguió sonreír. “No eres mi tipo de sangre, hermano.”“Rechazado de nuevo.” Pero una parte de la mirada salvaje de Shane se evaporó. “Losiento.”“No hay problema.” Michael se giró hacia la puerta de la cocina. “Están hablando. Mirad,voy a ir a por tus padres, Claire. Quiero que esté junto todo el mundo que todavía…”“¿Respira?” Shane preguntó.Traducido por Belethhttp://geki‐libros.blogspot.com