Revista CALIVIVA Edicion No. 011

34 MODA
Diferenciarse:
cuestión de estilo
y elegancia
Rafael Cure
Para lucir impecable y estar a
la altura de cualquier situación,
sea laboral o social no
se requieren fórmulas complicadas,
al contario el principio es sencillo:
mantenerse natural y balanceado.
La mayoría de los hombres enfrentan
una tarea titánica cuando se trata de
definir el vestuario para cada ocasión.
Muchas veces consideramos que es
una labor que no nos corresponde
delegándola en nuestra compañera,
novia o esposa. Esta toma de decisiones
de forma individual se vuelve
tan incómoda que prima el desinterés
sobre la necesidad, dando como
resultado una suma de desaciertos.
Para vestirse bien no hay que ser experto
en vestuario o tener que vivir
consultando las revistas de moda
internacional. Hay que empezar por
darle importancia al tema de la imagen
personal. La forma como nos definen
los demás es producto de lo que
nosotros mismos nos encargamos de
proyectar. En la moda no existen normas
absolutas pero si hay una serie
de referencias en las que nos debemos
apoyar para lucir siempre bien.
Lo primero es darle importancia al
cuidado personal. Entiéndase por
esto tener siempre un buen corte
de cabello, las manos organizadas y
estar bien afeitado. Por bien que estemos
vestidos, si alguno de estos requisitos
no se cumple, perdemos todo
poder de seducción y credibilidad.
En cuanto al vestuario siempre es
necesario mantenerse balanceado
de colores, es decir no tener más de
una prenda de color fuerte o cargada
de geométricos. En el caso de usar
un traje a cuadros o con rayas muy
marcadas, no utilizar una camisa a
cuadros. Si la corbata es de color
fuerte por ningún motivo debemos
combinarla con camisa del mismo
color o con uno de la misma intensidad.
Recuerden que la clave es
cortar, neutralizar y nunca saturar.
Por esta razón siempre debemos
tener en nuestro guardarropa trajes
en 100% lana, en altos títulos, de
color negro, gris oscuro, azul noche
y caqui o beige para combinar
con camisas blancas, azules y de
rayas con cuellos clásicos y bien
estructurados. Algunas con doble
puño para usar con mancornas.
En lo semi formal debemos tener
siempre un blazer de paño azul media
noche para utilizar con pantalones grises
o caquis o con jeans y camisas en
100% algodón o lino, en tonos suaves.
En lo casual la combinación de colores
fuertes es más aceptada. No dudar
en combinar pantalones de lino
o dril oscuros -gris, chocolate o cafécon
camisas o guayaberas de colores
como el azul, rosado o lila. Asimismo
podemos combinar pantalones
claros -beige y blanco- con guayaberas
o camisas en un solo tono en versiones
intensas de verde, rosa, morados,
hortensia y zapote. Igualmente,
los pantalones de colores fuertes se
pueden utilizar con guayaberas o camisas
en blanco, marfil o azul claro.
En ambientes mas campestres pero
exigentes en etiqueta como matrimonios,
no dudar en utilizar el lino
en todas sus versiones, sinónimo de
“elegancia relajada”. En especial la
guayabera, blanca o de color, con
pantalones en colores tierra como
el arena, taupe, beige y marfil.
Finalmente, los accesorios complementan
el vestuario: Las medias,
siempre deben ser de la misma tonalidad
o más oscuras que el pantalón,
según el calzado, nunca más claras.
El calzado debe ser del mismo color
del traje o en la misma tonalidad.
En vestuario casual se puede jugar
con las tonalidades, inclusive utilizando
colores claros o eléctricos.
Y no olviden que para complementar
el vestuario, es fundamental una actitud
positiva, extrovertida y seductora,
donde debe primar la caballerosidad.