The Ruta Magazine Edicion 11 Julio 2016

EL RUTOMETRO.
Los 12 lugares que no debes
perderte en el Maestrazgo.
4. Santuario Virgen de La Balma
6. Órganos de Montoro
A caballo entre Teruel y Castellón, el Maestrazgo es una de esas regiones históricas que imponen ya solo con el
nombre. Porque en época medieval eran las tierras del Gran Maestre, el que mandaba todo el cotarro en órdenes
militares como los Templarios. El Maestrazgo tiene lugares de belleza paisajística, pueblos con encanto y arquitectura
acorde con su importancia histórica. Estos son los 12 lugares que no deberías perderte (bajo mi criterio, claro)
en tu próxima visita a esta región.
1.- Morella.
izquierda, llegarás hasta la iglesia de Santa Margarita,
frente a unos portales que guardan la Casa Consistorial.
Sigue la calle hasta la Casa de Aliaga, otro de los palacios
del pueblo, y llegarás al punto de partida.
Como buena balma que se precie, el santuario aparece en
precario equilibrio en un hueco de la montaña, junto a la
hospedería. Lo que más sorprende a primera vista es que
hasta tiene campanario!
Se sitúa en el término municipal de Zorita del Maestrazgo,
en la carretera que sale hacia el norte, dirección Aguaviva
(por cierto, una carretera de curvas preciosa, siempre al
lado del río Bergantes).
Para acceder al santuario, completamente incrustado en
la gruta, deberás pasar por zonas de techo muy bajo, obligando
al visitante a agacharse en un signo involuntario de
respeto hacia la imagen de la virgen.
En Villarluengo, en la carretera que va hacia Ejulve, nos
encontramos con esta maravilla de la naturaleza que son
los órganos de Montoro.
Las formaciones rocosas de la montaña se alzan en columnas
paralelas asemejándose al instrumento musical
(al de las iglesias, no al Casiotone).
Por desgracia, aunque hay un lugar para parar el vehículo
con panel informativo, no ofrece las mejores vistas de los
órganos, así que tendremos que conformarnos con verlos
en marcha.
7. Valdelinares
Con todas las listas de pueblos más bonitos de España
que hay, sin duda Morella estaría en los primeros lugares
en la mía propia.
Curioso, aunque la gruta de acceso podría estar algo mejor
cuidada.
5. La Iglesuela del Cid
Es sorprendente. Encaramada en una montaña que preside,
como en equilibrio, un férreo castillo. Y rodeada,
como si de un cinturón se tratara, por unas muy bien conservadas
murallas. El pueblo se desparrama por la ladera,
entre el castillo y la muralla, en tres o cuatro calles paralelas
que se conectan por otras muy empinadas.
Sin duda, el mejor lugar para admirarla en su conjunto
es en la carretera que va hacia Ares del Maestre, en un
mirador a dos o tres kilómetros del desvío. Las vistas nocturnas
desde ahí son espectaculares.
2. Mirambel
La renovada carretera hace una pequeña circunvalación
rodeándola. Pero desde allí ya podemos admirar, sobre
todo si venimos del sur, que el pueblo merece una parada.
3. Puertomingalve
Te recomiendo llegar desde el sur, desde Valencia. Porque
tras una ascensión por una carretera que deja abajo el
valle del Río de Villahermosa, y tras la última curva de
derechas, aparece el pueblo. Párate frente a la ermita y
disfruta de la visión del pueblo desde allí, no hay mejor
sitio para hacerlo.
Estrecho y alargado, existen solamente un par de calles
para recorrerla, que rodean por un lado y otro la iglesia y
algún palacio interesante.
Debe su topónimo a las andanzas de Rodrigo Díaz de
Vivar por estas tierras, ayudado por el Apóstol Santiago
para combatir en desigual batalla a los musulmanes allá
por el siglo XI.
Como suele pasar, Babieca dejó su huella en forma de
herradura en uno de los barrancos lindantes. Tras la reconquista,
quedó al cargo de los Templarios, siendo junto
con Cantavieja una de las poblaciones más importantes
de la zona.
Destaca la Iglesia de la Purificación, en el centro de la
población, así como el santuario de la Virgen del Cid, de
la que era devoto el Campeador.
Sí, es una estación de esquí, pero también es el municipio
más alto de España, con sus 1692 metros. Aunque solo
sea para hacerse un selfie en el cartel, vale la pena.
8. Cantavieja
Pero te recomiendo que lo hagas por la puerta norte, a
través de una pequeña puerta -accesible para los vehículos-
que atraviesa la muralla. Una vez dentro, párate y
mira hacia atrás para admirar una de las celosías justo
encima de por donde has entrado.
Ante tí se abre la calle principal de Mirambel, plagada a
un lado y a otro por delicados palacios góticos, perfectamente
restaurados. Al llegar hasta abajo, si sigues a la