You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Ilustraciones de Luis Scafati<br />
Tema de tapa<br />
dos<br />
Ambición de<br />
Caballero<br />
A 400 años de la muerte de MIGUEL DE CERVANTES, nuestro homenaje<br />
en un recorrido por sus ambiciones literarias, justicieras y amorosas<br />
POR Silvia Hopenhayn<br />
24<br />
Don Quijote es pura ambición. O ambición pura. Sí, es uno<br />
de los personajes más puros, y no por ello simples, de la<br />
literatura universal. Diría que nada simple, sus ensoñaciones<br />
son como las volutas de la pipa de Dupin, llenas de pliegues<br />
y sombras. Así como Edgar Allan Poe hace preguntar a su<br />
narrador: “¿Qué farfulla Dupin entre las volutas de humo de<br />
su nacarada pipa?”, Cervantes da rienda suelta a las fantasías<br />
ambiciosas (¿podrá decirse ambicionantes?) de su hidalgo<br />
manchego. La mayor ambición que puede tener una persona<br />
es devenir un personaje. La novela comienza con un tal Alonso<br />
Quijano que se inventa una nueva identidad para recorrer<br />
el último tramo de su vida: Don Quijote de la Mancha. De<br />
esta forma, la persona del personaje de Cervantes (Alonso<br />
Quijano), en las primeras páginas del libro, elegirá cómo llamarse<br />
para devenir Caballero. Al nombrarse “Don Quijote”<br />
se desprende durante toda la novela del nombre que recibió<br />
al nacer, Alonso Quijano, y los lectores nos olvidamos que<br />
Don Quijote es un nombre inventado por el propio Alonso<br />
Quijano para vivir otra vida en la que se le está acabando.<br />
El cuerpo mismo puede ser una cárcel sin las palabras que lo<br />
liberen de su condena.<br />
En este sentido, no deja de sorprender que la idea de esta<br />
novela fuera concebida o “engendrada”, como dice el propio<br />
Miguel de Cervantes, en prisión. Durante los tres meses que<br />
el escritor pasó en la cárcel Real de Sevilla. Tres meses de<br />
encierro para crear la novela de mayor libertad.<br />
El Quijote es casi como una cruzada humanística, con sus<br />
cuatro propósitos enunciados en el capítulo II, antes de su<br />
primera salida, a saber: “agravios que pensaba deshacer,<br />
tuertos que enderezar, sin razones que enmendar, abusos que<br />
mejorar y dudas por satisfacer”. En cualquiera de sus proezas,<br />
también llamadas locuras, se cumplen algunos de estos<br />
propósitos. Por otra parte, subyace la historia como fondo<br />
social, con las penurias económicas, abusos y manipulación<br />
del poder. Es el Siglo de Oro español, pero también de la<br />
Conquista y de la Inquisición. ¡Y el hartazgo de las novelas de<br />
caballerías! Por eso en Don Quijote se entrecruzan idealismo<br />
con destitución. El idealismo en relación al empuje a trans-<br />
25