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Economía. Para entender a un mundo innecesariamente desdichado<br />
monetaria se corta ese venero venenoso que, como ya vimos, sólo significa<br />
robarle recursos a quien no se puede defender.<br />
Claro, eso no evita que los gobiernos usen y desperdicien los recursos<br />
de la sociedad. Les queda el recurso de pedir prestado. En efecto, hay<br />
gobiernos que se dan el derecho de contratar deuda interna o foránea a 20<br />
o 30 años, precisamente cuando quizás ya no estén vivos los que firmaron;<br />
pero eso no anula la deuda que tendrá que ser cubierta por las nuevas<br />
generaciones. Es un acto de autoridad abusivo que lesiona los intereses<br />
de las generaciones futuras sin la oportunidad de haberse defendido. Esto<br />
ocurre sólo en economías donde se ha dejado a los gobierno intervenir<br />
más allá de donde deben.<br />
Shock Monetario<br />
Frecuentemente se encuentran artículos que analizan el shock monetario,<br />
es decir, el acto donde un gobierno decide imprimir dinero y ponerlo<br />
en circulación. Diversos artículos hacen amplios y sesudos estudios para<br />
concluir que a la larga todo queda igual. No intentan buscar la justificación<br />
por la que un gobierno decide “aumentar la oferta monetaria”, y aunque<br />
reconocen que a corto plazo puede afectar las variables reales —es decir<br />
la producción, el poder adquisitivo, los ahorros, etcétera— dicen que<br />
al final “el dinero es neutral”. Con estas demostraciones “científicas”<br />
repletas de matemáticas se trata de justificar una acción de los gobiernos<br />
que administran el dinero. Y como los shocks monetarios son neutrales<br />
a largo plazo, entonces no hay problema de que el gobierno los aplique<br />
frecuentemente. La realidad es que todo shock monetario no es neutral ni<br />
a corto ni a largo plazo. A corto plazo logra que se esfumen los ahorros de<br />
la gente, se pierde el poder adquisitivo de los salarios, se pierden las señales<br />
de precios y con ello se distorsiona la inversión, pues los empresarios creen<br />
que el incremento de demanda es real y toman decisiones incorrectas.<br />
Si el dinero entra por el canal bancario, aquellos bancos que no tengan<br />
el privilegio de recibir los billetes nuevos perderán competitividad y<br />
eventualmente podrán declararse en bancarrota. Si el dinero entra por<br />
el lado de la burocracia gubernamental, los empleados incrementarán<br />
la demanda de ciertos productos, pero será una demanda insostenible,<br />
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