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Economía. Para entender a un mundo innecesariamente desdichado<br />
En cuanto el oferente llega al centro de operaciones, quisiera vender todo<br />
y a muy buen precio. Pasan las horas y no vende. Llega el momento en que<br />
está dispuesto a entregar todo o mucho aunque sólo reciba lo suficiente<br />
para comer. Esto lo señalamos con P 2<br />
y Q 2<br />
. De pronto tiene la dicha de<br />
encontrarse con un comprador que está dispuesto a pagarle P*, que es más<br />
de lo que deseaba y a cambio no tiene que entregar mucho; de hecho sólo<br />
entrega Q 2<br />
, es decir, el oferente gana en precio y en cantidad. Se puede<br />
representar su ganancia con el área G 2<br />
.<br />
Juego de suma positiva<br />
En resumen, cuando la transacción se hace al precio P* y Q*, ambos,<br />
tanto vendedor como comprador, están ganando. Es una operación de<br />
suma positiva: Ambos agentes salen más ricos, contentos y satisfechos<br />
que antes de la operación. Los agentes no hubieran tenido la decisión<br />
de intercambiar si no hubieran sentido que lo que adquirían a cambio<br />
les beneficiaba más, que ambos ganan. Es decir, si el intercambio de<br />
equilibrio fue de ocho manzanas por cinco pesos es que el vendedor<br />
apreciaba más los cinco pesos que sus ocho manzanas y el comprador<br />
más las ocho manzanas que sus cinco pesos. Ambos sienten que ganan<br />
en esa operación de intercambio libre y voluntario. En otras palabras, los<br />
intercambios se dan porque cada agente valora más lo que recibe que lo<br />
que entrega. Si no percibieran de esta manera la operación, simplemente<br />
no harían el intercambio. Por eso es que una vez que hacen el quid pro quo<br />
cada uno se da la vuelta y se va contento a casa. Cada uno va pensando por<br />
todo el camino en la excelente operación que hizo.<br />
No se puede calcular el beneficio<br />
Aunque los dos agentes, comprador y vendedor, ganaron en la operación<br />
de mercado, nadie puede calcular la ganancia de cada uno. Quizás el que<br />
necesitaba penicilina estaba dispuesto a pagar mil pesos por la dosis y<br />
sólo pagó 800, pero también pensaba conseguir tres centímetros cúbicos<br />
y logró cinco. Lo único que sabemos es que el hombre siente que obtuvo<br />
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