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Santos Mercado<br />
y también se desarrolla para el bien de la sociedad. Nuevamente, las<br />
ganancias del banquero y del empresario terminan beneficiando a<br />
mucha gente que de otra manera quizás no lo lograrían.<br />
Bajo las consideraciones anteriores, podemos asegurar que la sociedad<br />
se enriquece más mientras más gente se hace millonaria. De hecho, la<br />
riqueza social formada en un período es la riqueza del empresario más la<br />
riqueza de los demandantes. Si quisiéramos tomar la tarea imposible de<br />
medir la riqueza social adicionada podríamos aventurar que es el doble<br />
de la que haya hecho el empresario. O en un contexto general, la riqueza<br />
aproximada en una sociedad se puede calcular como el doble de la suma de<br />
las riquezas de todos sus empresarios.<br />
Nótese que aquí hablamos casi indistintamente del empresario, el<br />
comerciante, el oferente, el burgués y el hombre de negocios. Los tomamos<br />
como sinónimos bajo la consideración de que todos ellos están realizando<br />
transacciones. Descartamos aquí el caso de los que producen y no venden,<br />
es decir, de los que no trabajan para el mercado, aunque es difícil encontrar<br />
a alguien así, pues en toda sociedad la gente necesita buscar su sustento.<br />
El consumo<br />
La realidad es que hay poca diferencia entre la cantidad de calorías que<br />
ingiere un trabajador común y un hombre rico. Quizás los alimentos del<br />
empresario son de mayor calidad, pero también los elaboran trabajadores<br />
que necesitan salario.<br />
El papel del empresario, y concretamente del comerciante, es de la<br />
mayor importancia pero de los más incomprendidos. Una sociedad sin<br />
empresarios es naturalmente pobre, de subsistencia y está destinada al<br />
fracaso.<br />
Cuando se elimina a los comerciantes, los gobiernos se encargan de la<br />
distribución, ya sea mediante cartillas de racionamiento —como en Cuba<br />
en su revolución socialista— o con un gobierno que se transforma en<br />
el único vendedor. A esto le llamamos “capitalismo de Estado”, o bien,<br />
repartición al azar, al que llegue primero, y se hacen grandes colas. La<br />
gente pierde mucho tiempo para conseguir papel sanitario.<br />
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