Revista Central 52

CORDÓN FRUTIHORTÍCOLA
UN POCO DE HISTORIA
UNA GRAN CADENA
En la zona, unos mil productores llevan
adelante la producción frutihortícola, de los
cuales el 80 por ciento trabaja en supercies
menores a 15 hectáreas. “En forma global la
actividad requiere de 3.850.000 jornales y unas
13.000 personas involucradas directamente en
la producción. Aparte de los implicados
directamente en la producción propiamente
dicha, hay gran cantidad de técnicos y
profesionales, como ingenieros agrónomos,
mecánicos, constructores, entre otros”, expresa
el informe de Adlercreutz.
El sector está conformado por cinco tipos de
empresas: productores familiares, productores
no capitalizados o en vías, productores
capitalizados, productores asociados, empresas
familiares y empresas.
Además, el informe elaborado por el ingeniero
agrónomo sostiene que la supercie productiva
demanda numerosa mano de obra directa e
indirecta. Es así que parte de la población,
buscando fuentes laborales vinculadas al
sector de amplio crecimiento, comenzó a
urbanizar y generó barrios dispersos por el
partido, cercanos al cinturón frutihortícola,
impulsado por una clara necesidad de mano
de obra, nuevos ocios y servicios, generándose
grandes fuentes laborales externas a los
campos productivos.
La riqueza de las tierras en Mar del Plata son conocidas
desde antes de la fundación de la ciudad. “En 1889 la
primera quinta estaba emplazada en Vieytes e Independencia.
Después se pasó a la zona de Alvarado y Tres
Arroyos. Cerca del ’50 se trasladó a donde está actualmente:
la colonia de la Laguna de los Padres. Por eso hay tanta
cantidad de quintas en ese lugar y luego se distribuyen en
el resto del espacio que ocupa el cinturón”, resume
Velimirovich, también coordinado del clúster hortícola
que se está desarrollando con datos sobre la producción
en Mar del Plata.
Durante el período en que los primeros “colonos” pagaban
por la tierra en cuotas, el Ministerio de Asuntos Agrarios
ejerció un control sobre el uso del suelo y sobre las
familias de la colonia. Recién a nales de la década de
1970 la mayoría tendrían las escrituras y podrían tomar
decisiones más autónomas sobre los lotes, aunque todavía
se mantienen las restricciones para subdividir y mantener
la zona como productiva.
Es a partir de este momento en que la diversidad productiva
empezó a esbozarse y comenzó lo que hoy es la parte
principal del cinturón frutihortícola de General Pueyrredon,
con la producción intensiva de lechuga, acelga,
zanahoria, tomate, entre otros. De a poco se siguió
ampliando.
Es así que la extensión del sector productivo continuó en
aumento, avanzando, ya sin el formato de colonia. Esta
expansión hizo que se extendieran los límites hacia el
acceso a Sierra de los Padres, El Coyunco, La Peregrina y
La Gloria de la Peregrina, luego hacia la zona de San Francisco,
Batán, Las Caritas, El Boquerón, La Polola y más
tarde hacia Parque y Valle Hermoso, Parque Palermo,
Colonia Barragán, El Sosiego, Santa Paula y Camino el
Chajá, que son los últimos sectores que están avanzando
con la producción hortícola.
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