Revista Yoga + Edición 70

Entre los resultados más resonantes
encontrados con esas 8
semanas podría mencionar:
Desarrollo de habilidades para
manejar de manera más efectiva
situaciones de estrés y ansiedad
a corto y largo plazo junto a una
mayor habilidad para relajarse.
Disminución sostenida de síntomas
físicos y psicológicos y
una mayor habilidad para mantener
el equilibrio bajo situaciones
de estrés.
Reducción en los niveles de
dolor y una mayor habilidad
para afrontar síntomas de dolor
crónico o irreversible.
Mayor nivel de entusiasmo y
energía y una mejoría en la respuesta
inmunológica.
Activación cerebral en el área pre
frontal izquierda; asociada a una
respuesta más adaptativa frente
al estrés.
Era perfecto para mí, un pie en
el espíritu y otro en la ciencia.
Comienzo el proceso y luego de
atravesar el curso, quedo fuertemente
prendado de ese modo,
amoroso, sencillo y eficiente de trabajar interiormente para
transformarme y cultivar mi bienestar.
“Está definida como la consciencia que
emerge del simple y poderoso hecho de
prestar atención deliberadamente,
al momento presente y sin juzgar”.
Estar verdaderamente
Mindfulness es un término que no tiene una traducción exacta
al español. Algunas de las traducciones usadas son “consciencia
plena” o “atención plena”, última acepción que elegiremos
como la más cercana al concepto en inglés que posee
una riqueza de significación difícil de hallar en castellano.
Está definida como la consciencia que emerge del simple y
poderoso hecho de prestar atención. Pero esa atención debe
ser prestada de una manera particular:
*Deliberadamente.
*Al momento presente.
*Sin juzgar.
Definición acuñada por el dr. Jon Kabat Zinn, que nos
muestra un camino relativamente sencillo de entender,
pero bastante complejo de transitar.
¿Es sencillo prestar atención? ¿Es fácil mantener dicha atención
centrada y deliberada adonde uno decide posarla? ¿Solemos
estar con nuestra atención donde resolvemos estar? ¿O
muchas veces nos vemos tomados por los estímulos que captan
y secuestran nuestra atención quedando entonces presos
de rumiaciones mentales, cadenas de ideas, sonidos…?
¿Cómo resultan las vivencias cuando logramos estar plenamente
donde decidimos estar, con toda nuestra consciencia?
¿Cómo se sienten las cosas de la vida cuando el cuerpo y la
mente están en el mismo sitio?
Esto es tremendamente decisivo e importante, porque donde
está la atención es donde verdaderamente estamos. Si sólo
tenemos una vida y está llena de momentos, puede comenzar
a entrever lo importante que resulta entrenarnos a dirigir
la atención intencionada al momento presente. ¿No se
torna así la vida una existencia plena? ¿No logramos de ese
modo colmar nuestra verdadera vida?
Recuerdo una alumna que cursaba uno de los MBSR que di
hace varios años y contaba absorta, cómo se percató de la existencia
de un hermoso jazmín en el muro del frente de su propia
casa. ¡Hacía dos años que vivía allí y nunca lo había visto!
¡Cuántas cosas nos perdemos en la sistemática desatención,
en una vida automatizada, acelerada, y finalmente desabrida!
Mi mejor versión
También notaba a medida que practicaba el hecho de estar
más enfocado, concentrado y con una mayor cantidad de energía.
Siempre fui muy enérgico. Pero esta vez, la energía estaba
atravesada por un equilibrio y una calma desconocidos para
mí. Cuando sostengo la práctica por un buen tiempo, siento
que emerge de mí una fuerza centrada, poderosa y amable,
que me impulsa a mayores niveles de integración personal.
La mejor versión de mí mismo como me gusta decir.
Pero en Mindfulness no todo es agradable. ¿La vida lo es?
Cultivamos la capacidad de estar también con las cosas cuando
no son tan gustosas. ¿Para qué? Para aprender de nuestros
modos de estresarnos, para cultivar la no reactividad y entender
que muchas veces construimos más sufrimiento tratando
de evitar lo que ya está ocurriendo que aceptándolo y abra-
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