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N ARRATIVA: LA VIDA COTIDIANA HECHA PALABRA 131<br />
Cuando se escuchaban las últimas notas, el médico sonrió con malicia y Ernesto<br />
cayó sin vida al pavimento.<br />
* * *<br />
Las buenas bodas<br />
DAVID ARRIOLA FLORES<br />
Otro día más, son las cinco treinta, ya lo vi en ese reloj viejo que mi padre consiguió<br />
gracias a esas dos grandes y jugosas gallinas: la Chana y la Prieta.<br />
Siento ese frío que me chocotea en las orejas; mientras salgo al chiquero veo a<br />
mi tía que está torteando, y que ya está listo mi tío Agrafreno par’irnos al potrero a<br />
seguir pizcando el maíz de la parcela de mí ya difunto apá.<br />
Camino a la parcela nos alcanza doña Emigdia, la mamá de Sarajuana y nos<br />
dice que su hija se le va.<br />
— ¡Sí, así es, se nos va! Con el reméndigo desquihacerado de Petro, con el<br />
ahorradito que le dio su apá, don Gerundio; el que más parcelas tiene aquí en la región.<br />
Y lo’ nos platicó doña Emigdia que su señor esposo se la negó, y que fueron y<br />
la sacaron a fuerzas de la casa, y que Petro se revolcó con su señor papá de Sarajuana<br />
pero, al fin el señor aceptó y nos invitaron a la boda y que mañana es la molienda.<br />
Otro día más. Son las cuatro, ya lo vi en el reloj que cada vez que lo veo me<br />
vienen a la mente ese par de grandotas gallinas, pero hoy, día de la molienda, me voy<br />
a desquitar. Ya vamos mi tía y yo y al llegar al corral donde están haciendo el ponche<br />
de granada, me dan olores a caldo de pollo y mi tía tan corajuda y chintinosa que es,<br />
ya me dio dos zoquetes por el camino y me dijo que no anduviera de estorboso y<br />
metiche, así es que me sentaré en esta silla chueca y rechillona.<br />
¡Oh cielos! Pero miren cuántas mujeres están torteando, y otras más que siguen<br />
pelando pollos para el caldo, otras cuantas están haciendo sopas de arroz y a<br />
mí, las tripas ya me están gruñendo.<br />
¡Miren esas dos ollas de champurrado, qué bueno se ve! Y así esperando ya se<br />
llega la hora de comer. Por la tarde, después de cenar, ahí mismo vamos a dormir.<br />
Muchas personas ya trajeron sus petates para las cocineras e invitados. Mañana irán<br />
por don Severiano para que venga a hacer la birria, que la hace muy buena.<br />
Otro día más. La siete treinta. Ya vino el birriero Severiano y me van a poner<br />
a hacer un pozo en la tierra que pa’ hacer la birria. Ya llegaron los padrinos quesque