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Revista Sala de Espera Venezuela Nro 156 Agosto 2017

Portada 17 Víctor Drija sin miedo a la evolución Demostró aptitud para la actuación, pero su verdadera pasión la desborda bailando en un escenario, acompañado por su romántica voz. Conoce la transformación de este virtuoso venezolano, sus próximas metas y qué nos traerá de nuevo Por Elizabeth M. Gutiérrez G. Casos y Rostros 20 Cuidadores profesionales a domicilio Por Yesmín Sánchez 22 Hacer sentir positivo: El nuevo desafío del branding mundial Por Yubelitze Angarita Borges 25 Una pasión en el desierto Por Daniel Centeno Maldonado Letras y tiempos 31 No hay “musos” en el arte Por Lucas Monsalve Secciones Fijas 7 Urbano y Actual Por Zandy Aliendres 14 A fuego lento El Basque Culinary World Prize 2017 tiene aroma colombiano Por Miryana Márquez Vucenovic 28 Equipaje Francia el país más influyente del mundo Por Elizabeth M. Gutiérrez G. 32 Mundo animal Qué “relata” nuestra mascota sobre nosotros Por Hans Graf 34 Cuerpos y Mentes Niños en la cocina El privilegio de tener mascotas Por Magaly Rodríguez Columnistas 2 Rosa de los vientos Aphrodisiakos Por José Antonio Sáenz 4 Brújula Digital Instagram acude a la inteligencia artificial Por Froilán Fernández 6 Pelota en juego Los rusos se toman selfies Por Cristóbal Guerra

Portada
17 Víctor Drija
sin miedo a la evolución
Demostró aptitud para la actuación, pero su verdadera pasión la desborda bailando en un escenario, acompañado por su romántica voz. Conoce la transformación de este virtuoso venezolano, sus próximas metas y qué nos traerá de nuevo
Por Elizabeth M. Gutiérrez G.
Casos y Rostros
20 Cuidadores profesionales a domicilio
Por Yesmín Sánchez
22 Hacer sentir positivo:
El nuevo desafío del branding mundial
Por Yubelitze Angarita Borges
25 Una pasión en el desierto
Por Daniel Centeno Maldonado
Letras y tiempos
31 No hay “musos” en el arte
Por Lucas Monsalve
Secciones Fijas
7 Urbano y Actual
Por Zandy Aliendres
14 A fuego lento
El Basque Culinary World Prize 2017 tiene aroma colombiano
Por Miryana Márquez Vucenovic
28 Equipaje
Francia el país más influyente del mundo
Por Elizabeth M. Gutiérrez G.
32 Mundo animal
Qué “relata” nuestra mascota sobre nosotros
Por Hans Graf
34 Cuerpos y Mentes
Niños en la cocina
El privilegio de tener mascotas
Por Magaly Rodríguez
Columnistas
2 Rosa de los vientos
Aphrodisiakos
Por José Antonio Sáenz
4 Brújula Digital
Instagram acude a la inteligencia artificial
Por Froilán Fernández
6 Pelota en juego
Los rusos se toman selfies
Por Cristóbal Guerra

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PELOTA EN JUEGO<br />

Los rusos se toman selfies<br />

Durante los partidos <strong>de</strong> la Copa <strong>de</strong> las Confe<strong>de</strong>raciones los vimos en las<br />

tribunas: festivos, sin hacer mucho caso al fútbol que tenían enfrente, más<br />

pendientes <strong>de</strong> mostrarle al mundo su occi<strong>de</strong>ntalización que el interés por<br />

Cristiano Ronaldo, Alexis Sánchez, Julián Draxler y su propia selección<br />

Cristóbal Guerra - crisluisguerra@yahoo.com - @camisetadiez<br />

Hasta 1989, año en<br />

el que comenzó<br />

el <strong>de</strong>smoronamiento<br />

<strong>de</strong>l<br />

imperio soviético<br />

por culpa <strong>de</strong><br />

la glasnot y la perestroika, hubiera sido<br />

impensado, <strong>de</strong> existir tan atrevido invento,<br />

que los rusos se <strong>de</strong>dicaran en medio <strong>de</strong><br />

un partido <strong>de</strong> fútbol a tomarse fotos con la<br />

magia <strong>de</strong> la selfie.<br />

Aquellos tipos tan serios, <strong>de</strong> rostros<br />

tan severos que daban miedo, y aquellas<br />

mujeres <strong>de</strong> pelos cortos y con aspecto<br />

militar, no se hubieran permitido el relajito<br />

<strong>de</strong>, en grupos <strong>de</strong> tres o cuatro, <strong>de</strong>sgajando<br />

sonrisas a todo rostro, echarse una<br />

fotico para luego reírse <strong>de</strong> la gracia <strong>de</strong><br />

aquel “revelado” instantáneo. La Unión<br />

Soviética estaba por encima <strong>de</strong> esas banalida<strong>de</strong>s<br />

propiciadas por Estados Unidos,<br />

el odiado enemigo.<br />

Pero como los tiempos han cambiado,<br />

y con ellos la vida misma, los rusos<br />

parece que quieren rescatar todo lo perdido.<br />

Los vimos hace unos días en los<br />

estadios <strong>de</strong> San Petersburgo, Moscú,<br />

Sochi y Kazán, en medio <strong>de</strong> los partidos<br />

<strong>de</strong> la Copa <strong>de</strong> las Confe<strong>de</strong>raciones, muy<br />

festivos, sin pararle <strong>de</strong>masiado a las jugadas<br />

<strong>de</strong> Cristiano Ronaldo, Alexis Sánchez<br />

y Julián Draxler, ni tampoco al fracaso<br />

<strong>de</strong> la selección <strong>de</strong> su país, bebiendo<br />

cerveza y jugueteando con las mo<strong>de</strong>rnísimas<br />

cámaras fotográficas. Claro que a<br />

esto se opusieron la xenofobia y el racismo,<br />

aún muy vivos en la sociedad rusa,<br />

pero la magnificencia <strong>de</strong> los escenarios y<br />

las transmisiones <strong>de</strong> televisión acallaron<br />

aquellas voces intransigentes y sectarias.<br />

La transformación <strong>de</strong> aquellas actitu<strong>de</strong>s<br />

rectilíneas en bochinches tiene que<br />

ver con la nueva era. También se ha visto<br />

tímidamente en Cuba, y ni qué <strong>de</strong>cir<br />

en China, don<strong>de</strong> por estos días el valor<br />

más elevado <strong>de</strong> la sociedad es el dinero:<br />

mientras más se tiene, más respetado<br />

se es. Pasear por una avenida céntrica<br />

<strong>de</strong> Shanghai o Pekín equivale a andarse<br />

<strong>de</strong> parranda por la Quinta Avenida<br />

<strong>de</strong> Nueva York: el socialismo cada día<br />

se parece más al capitalismo. Solo falta<br />

Corea <strong>de</strong>l Norte por caer al embrujo<br />

<strong>de</strong> las tentaciones burguesas, pero quién<br />

sabe; un buen día <strong>de</strong> estos podríamos ver<br />

escenas <strong>de</strong> coreanos bailando salsa en una<br />

calle <strong>de</strong> Pionyang.<br />

Pero en Rusia parece que se les ha<br />

pasado la mano. La occi<strong>de</strong>ntalización es<br />

<strong>de</strong>sbocada, y no hay sino que mirar la<br />

belleza infinita <strong>de</strong> sus muchachas, tan<br />

diferentes a las “generalas” <strong>de</strong> otra época;<br />

ejemplo vivo <strong>de</strong> esto son sus tenistas,<br />

María Sharapova and company. En los<br />

partidos <strong>de</strong> la Confe<strong>de</strong>raciones la gente<br />

no puso mucha atención, porque el torneo<br />

era preferentemente una exquisita<br />

manera <strong>de</strong> mostrarse al mundo como lo<br />

que ahora son.<br />

Aunque están orgullosos <strong>de</strong> sus<br />

ancestros, <strong>de</strong> ese pasado luminoso, <strong>de</strong> sus<br />

gran<strong>de</strong>s escritores, <strong>de</strong> sus monumentos<br />

milenarios, <strong>de</strong> la resistencia heroica <strong>de</strong><br />

San Petersburgo ante el asedio nazi en la<br />

II Guerra Mundial, <strong>de</strong> la Plaza Roja y <strong>de</strong>l<br />

Kremlin, hoy parece que <strong>de</strong> lo que están<br />

igualmente orgullosos es <strong>de</strong> parecerse a<br />

occi<strong>de</strong>nte, a las costumbres que por siete<br />

décadas, era <strong>de</strong>l comunismo, rechazaron<br />

a todo evento.<br />

Ahora vendrá el Mundial Rusia 2018,<br />

y la oportunidad será estupenda para<br />

seguir valorando los “progresos” <strong>de</strong> la<br />

sociedad rusa. Chicas hermosas, minifaldas<br />

atrevidas en pleno verano, cerveza y<br />

vodka a raudales en los bares y estadios, y<br />

cómo no, selfies en cada esquina.<br />

8 <strong>Revista</strong> <strong>Sala</strong> <strong>de</strong> <strong>Espera</strong>

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