04.11.2017 Views

Memorias de una Geisha - Arthur Golden

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Hmm… hay algo en tu forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirlo que no acaba <strong>de</strong> gustarme. Pero<br />

vamos a <strong>de</strong>jarlo. No entiendo por qué oléis tan mal las chicas <strong>de</strong> los pueblos <strong>de</strong> la<br />

costa. Esa horrorosa hermana tuy a estuvo aquí el otro día buscándote y su hedor<br />

era casi tan repugnante como el tuyo.<br />

Hasta ese momento no había levantado la vista <strong>de</strong>l suelo; pero al oír estas<br />

palabras, miré a Hatsumono a la cara para ver si me estaba diciendo la verdad.<br />

—Pareces sorprendida —dijo—. ¿No te había mencionado que había venido?<br />

Quería darte un recado y <strong>de</strong>cirte dón<strong>de</strong> vivía. Probablemente quiere que vay as a<br />

buscarla para po<strong>de</strong>r huir juntas.<br />

—Hatsumono-san…<br />

—¿Quieres que te diga dón<strong>de</strong> está, verdad? Pues tendrás que ganártelo.<br />

Cuando piense cómo, te lo diré. Ahora vete.<br />

No me atreví a <strong>de</strong>sobe<strong>de</strong>cerla, pero justo antes <strong>de</strong> salir <strong>de</strong> la habitación me<br />

<strong>de</strong>tuve, pensando que, tal vez, podría convencerla.<br />

—Hatsumono-san, sé que no le gusto —dije—. Si fuera tan buena <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirme<br />

lo que quiero saber, le prometo no volver a molestarla.<br />

Hatsumono pareció muy complacida <strong>de</strong> oír esto y se dirigió a mí con cara <strong>de</strong><br />

luminosa alegría. Sinceramente, nunca he visto <strong>una</strong> mujer más sorpren<strong>de</strong>nte. Los<br />

hombres por la calle se <strong>de</strong>tenían a veces y se sacaban el cigarrillo <strong>de</strong> la boca<br />

para mirarla. Pensé que iba a venir a susurrarme algo al oído; pero <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

quedarse un instante a mi lado, sonriendo, alargó la mano y me dio <strong>una</strong> bofetada.<br />

—Te dije que salieras <strong>de</strong> mi habitación, ¿no? —me dijo.<br />

Yo me quedé <strong>de</strong>masiado aturdida para saber cómo reaccionar. Pero <strong>de</strong>bí <strong>de</strong><br />

salir tambaleándome <strong>de</strong> la habitación, porque lo siguiente que recuerdo es que<br />

estaba <strong>de</strong>splomada en el suelo <strong>de</strong>l repartidor, con la mano en la cara. Un<br />

momento <strong>de</strong>spués se abrió la puerta <strong>de</strong> Mamita.<br />

—¡Hatsumono! —gritó Mamita y se acercó a ayudarme a ponerme en pie<br />

—. ¿Qué le has hecho a Chiyo?<br />

—Estaba hablando <strong>de</strong> escaparse, Mamita. Pensé que sería mejor que la<br />

pegara por ti. Pensé que estarías <strong>de</strong>masiado ocupada para hacerlo tú misma.<br />

Mamita llamó a <strong>una</strong> doncella y le or<strong>de</strong>nó que trajera <strong>una</strong>s rodajitas <strong>de</strong><br />

jengibre fresco, y luego me llevó a su habitación y me sentó en la mesa mientras<br />

ella terminaba <strong>una</strong> conversación telefónica. El único teléfono <strong>de</strong> la okiya para<br />

llamar fuera <strong>de</strong> Gion estaba en la pared <strong>de</strong> su cuarto, y nadie más tenía permiso<br />

para usarlo. Había <strong>de</strong>jado el auricular en un estantito al lado <strong>de</strong>l aparato, y<br />

cuando volvió a agarrarlo, pareció estrujarlo <strong>de</strong> tal forma entre sus <strong>de</strong>dos<br />

regor<strong>de</strong>tes que pensé que podría empezar a gotear en la estera.<br />

—Perdona —dijo frente al auricular con su áspera voz—. Hatsumono está<br />

otra vez repartiendo bofetadas entre las criadas.<br />

Durante mis primeras semanas en la okiya <strong>de</strong>sarrollé un afecto poco<br />

razonable por Mamita —algo así como lo que <strong>de</strong>be sentir el pez por el pescador

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!