REVISTA PESCA JULIO 2018

Tras permanecer inmovilizado durante tres años, en
abril de 2017 un juez especializado en casos de bancarrotas
con nombre James Garrity de una corte en Nueva
York aprobó vender este buque factoría en entonces
pertenecía a la filial peruana de China Fishery Group.
El plan de venta fue presentado por abogados del fideicomisario
(vendedor) estadounidense William Brandt,
designado por ese tribunal, y que contó con el aval de
la empresa Pacific Andes International Holdings, dueños
de Sustainable Fishing Resources, para vender las subsidiarias
y buques con sede en Perú como Damanzaihao,
tras la crisis económica de China Fishery Group.
Rumbo a Chimbote, dentro del ‘John Paul DeJoria’, el
capitán estadounidense Octavio Carranza y los tripulantes
de diferentes nacionalidades comentaron que Damanzaihao
era conocido por ellos como Lafayette.
“Es importante que el mundo conozca sobre las atrocidades
que el barco ha cometido en el pasado, y que
está en venta, y a lo mejor un día va regresar a hacer
esas mismas cosas”, aseveró.
Las atrocidades que refiere el capitán son la pesca indiscriminada
que realizó esa embarcación mientras estaba
activa como factoría desde el 2008 en diferentes países
del mundo, aunque Pacific Andes el 2010 dijo a un diario
norteamericano que Lafayette (Damanzaihao) “no es
un (barco) pescador”.
Sin embargo ese mismo año, cuando enarbolaba la bandera
rusa, Pacific Andes, aseguró que el buque sí podía
pescar y defendió junto a Rusia la captura de 41,315
toneladas de pescado ante la Organización Regional Ordenamiento
Pesquero del Pacífico Sur (OROP-PS).
La OROP-PS tuvo sospechas sobre cómo un barco originalmente
petrolero fuese a pescar tanto. Al final, Rusia
se quedó con 13,445 de 20,000 toneladas de pescado
que lograron rescatar. Toda una ganga.
Sobre su funcionamiento en mares trasnacionales se
tendrían más pistas. Al parecer el accionar de esta embarcación
para escapar de las leyes y sanciones marítimas
por pesca ilegal era viajar de país en país cambiando
de nombre, de nacionalidad y de compañía. Borrón y
cuenta nueva.
Para la tripulación del ‘John Paul DeJoria’ está clarísimo
que el Damanzaihao no debe volver a operar, pues la
embarcación fue expulsada por la OROP-PS el 6 de febrero
del 2016.
“No tiene buena fama internacional, ya ha sido expulsado,
su currículo para delinquir es lo suficientemente pesado
como para argumentar que no debería funcionar”,
cuenta Mariana Orihuela, la única tripulante peruana, en
diálogo con Convoca.pe.
Es cierto, esa fecha la OROP-PS incluyó finalmente a
Lafayette en la lista de embarcaciones que practican
pesca ilegal, no declarada y no regulada, declarándola
“pirata” tras detectar el transbordo no autorizado de
pesca y entrega de información falsa a las autoridades
sobre cargamentos de jurel congelado.
Aunque, en 2014, la OROP-PS ya había inscrito a Damanzaihao
en una lista preliminar de buques ilegales
que pescan en la región. La razón de la inclusión fue
que había estado pescando en mar sudamericano en el
verano sin autorización.
Sin embargo, a fines de 2014, Damanzaihao fue eliminado
de esa lista por la OROP-PS, y Pacific Andes dijo
que era un “malentendido”. No obstante, a principios de
2015, se volvió a incluir en la lista y se finalizó su inclusión
hasta la actualidad.
Revista Pesca julio 2018 44