LA «ODISEA» COMO POESIA - InterClassica

LA «ODISEA» COMO POESÍA
discreta, bondadosa, precoz, dominante. Y de aquí
se deduce lo siguiente: ¿qué es lo que desean las
jóvenes? Lo que desean es... casarse. Es su sueño.
Y así, también Nausícaa, durante el sueño que le ha
inspirado Atenea, piensa en la boda, idea que da
pie a lo siguiente: las bodas exigen unas galas adecuadas.
Tanto ella como su padre y sus hermanos
tienen que estar bien ataviados. Aparece el motivo
del vestido, un vestido limpio y lujoso, y, como consecuencia,
el lavado y los planes para hacerlo: la
petición a su padre de un carro con toldo encima,
puesto que hay que preocuparse de tener la ropa
limpia y es su deseo hacer con las esclavas su día
de colada en los lavaderos junto a la desembocadura
del río. Esta preocupación por los vestidos,
que sale de los deseos íntimos de la muchacha, es
la que conduce a la delicada y cultivada hija del
rey hacia Odiseo, apartado de toda civilización, desfigurado
y deshumanizado en su lucha contra los
elementos de la naturaleza. La culminación se produce
en la primera situación asombrosa cuando, durante
el juego de pelota de las esclavas después del
trabajo, cae la pelota al río y éstas lanzan un grito,
Odiseo se despierta y, como un león azotado por el
viento y la lluvia, cubriéndose sólo con una rama,
sale de la espesura y se presenta ante Nausícaa.
Ante la delicada y cultivada hija del rey, a quien
Atenea ha robustecido el ánimo, se encuentra aquel
monstruo desfigurado, desnudo y cubierto de sal;
y de la boca de este monstruo escucha la hija del rey
la más refinada alocución, la más ingeniosa y la
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