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Anuario 2018

Anuario de las Actividades realizadas por el CUB durante el año 2018, con información extendida sobre asuntos de interés para nuestros socios.

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<strong>Anuario</strong> <strong>2018</strong> - Club Universitario de Buceo de Granada - Vol. II<br />

Las galeras ponentinas<br />

también montaban esmeriles y falconetes<br />

en popa, banda y costado<br />

para proteger su retaguardia. Eventualmente<br />

se añadían mosquetes de<br />

posta para con ellos limitar la fuerza<br />

ofensiva enemiga en los abordajes<br />

(ver addenda I)<br />

Pero, como hemos hablado,<br />

casi todo el espacio útil de la<br />

galera se reservaba para los remeros<br />

llamados galeotes. Había tres<br />

tipos de galeotes, los esclavos condenados<br />

a morir en aquel sobrehumano<br />

esfuerzo y que solían ser (en<br />

el caso de las galeras españolas)<br />

musulmanes capturados de las filas turcas, los presos condenados<br />

a un tiempo de castigo y los voluntarios a sueldo<br />

deseosos de salir de unas condiciones de vida aún peores.<br />

La vida de los remeros se podía resumir en sudor, esfuerzo<br />

e inmundicia, hasta tal punto que existía un dicho que decía<br />

que “a las galeras se las podía oler antes de ser visibles en<br />

el horizonte”. Los galeotes iban encadenados en su puesto,<br />

sin poder moverse de él para comer o cubrir sus necesidades<br />

mínimas. Los cuidados médicos eran escasos o nulos<br />

y la comida se reducía a una sopa fría de pan que denominaban<br />

mazamorra.<br />

El Desastre<br />

El único testimonio directo que tenemos de lo sucedido<br />

es el prolijo relato que realiza Martín de Figueroa y<br />

que es recogido en la colección de textos jesuitas de la Real<br />

Academia de la Historia. Lo que podemos saber en base a<br />

este testimonio es que el domingo 18 de Octubre de 1562<br />

la escuadra bajo el mando de Juan de Mendoza se encontraba<br />

amarrada frente a la ciudad de Málaga. Además del<br />

aprovisionamiento de comida, munición y dinero para pagar<br />

a las tropas, suben también como pasaje mujeres que eran<br />

familia de los soldados destinados en Oran y dos niños,<br />

estos últimos hijos del Conde de Alcaudete, D. Alvaro de<br />

Córdova.<br />

El mar comenzaba a picarse de Levante y el horizonte<br />

parecía anunciar una poderosa borrasca con vientos<br />

del Este. El puerto de Málaga no tenía protección ante el<br />

Levante, así que Juan de Mendoza, al mando de la Capitana,<br />

decidió levar anclas y dirigirse a una zona relativamente<br />

cercana y muy conocida tanto por marineros como<br />

piratas por su protección, la bahía de La Herradura. Según<br />

el relato de Figueroa, Mendoza dirigió al Este a fuerza de<br />

remo a las 28 galeras que en ese momento conformaban<br />

la armada española. A su paso por una zona denominada<br />

como Huertas de Vesmiliana (y que sabemos se corresponde<br />

con el actual Rincón de la Victoria) comenzó a correr<br />

viento de tierra. En este punto la galera Caballo de Nápoles<br />

perdió el control y embistió a la Soberana de España rompiéndole<br />

el timón. Esto obligó a que otras dos galeras, la<br />

Renegada y la Esperanza, le lanzaran cabos para remolcarla.<br />

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