Anuario 2018

Anuario 2018 - Club Universitario de Buceo de Granada - Vol. II
Otras tres galeras, la Mendoza, la Soberana
y la San Juan también habian logrado escapar de
aquel formidable mortero de barcos y almas. Su posición,
cercana a la parte más sobresaliente de la Punta de la
Mona, les permitió escapar y dar la vuelta al peñon refugiándose
junto al Peñón de las Caballas, ese enorme promontorio
de roca que podemos observar cuando paseamos
por el Puerto de Marina del Este. Esta zona, y lo sabemos
bien los buzos, tiene la facultad de permanecer en calma
cuando en otros puntos el mar permanece inaccesible. Tambien
lo sabian los marinos de aquella época, aunque seguramente
no lo tomaron como punto inicial de refugio debido
al volumen de la flota.
Las tres galeras españolas supervivientes consiguen
regresar a Málaga el 21 de Octubre, dando noticia de
lo ocurrido.
Es imposible saber con exactitud el número total de
víctimas. Muchos consiguieron llegar nadando hasta la
playa de La Herradura, aunque la mayoría quedó atrapada
en las galeras. Aquel día el mar se llevó la vida de casi 5000
personas, casi todos ellos galeotes. Por contra unas 2000
personas lograron sobrevivir, en este caso casi también
todos galeotes, debido a que al ir semi-desnudos no encontraban
dificultades para nadar. Los soldados y oficiales, pertrechados
con cueros y armaduras, se fueron
irremisiblemente al fondo. Los pocos que sobrevivieron,
desnudos y sin armas, lloraban el desastre en la orilla.
Los días siguientes el mar comenzó a arrojar contra
la playa cadáveres y despojos del naufragio. Con los restos
de madera se construyó la Hermita de Nuestra Señora de
la Antigua, que sirvió como parroquia durante muchos años
hasta que se levantó la actual iglesia de la pedanía. El suceso,
por otro lado, se mantuvo como secreto de estado durante
un tiempo, dado que aquel hundimiento había dejado
al descubierto y sin protección las costas españolas ante el
turco.
El Ciclón que Vino del Sur
Pero ¿Qué ocurrió realmente? Los meteorólogos
José María Sánchez-Laulhé y María del Carmen Sánchez
de Cos, del AEMET de Málaga, presentaron en 2012 un informe
en el que sostenían,basándose en la descripción de
Figueroa, que lo sucedido aquel día no era otra cosa que
una situación meteorológica excepcional, catalogable como
un ciclon extratropical del tipo Shapiro-Keiser (SK). Este
tipo de ciclón posee en su centro lo que se conoce como
seclución cálida, una masa de aire cálido aislada que le proporcionan
características de ciclón tropical aunque suceda
en latitudes en principio ajenas a este tipo de fenómenos.
Los ciclones tropicales suelen suceder en latitudes
que van entre los 10º y 30º, y conforme se desplazan hacia
los polos decae su fuerza debido a una menor temperatura
en la superficie del mar y a un parámetro mayor en las fuerzas
Coriolis del planeta. Sin embargo, en contadas ocasiones
estos sistemas no decaen, sino que se intensifican al
interaccionar con otras zonas de borrasca en latitudes superiores,
transformándose en un nuevo ciclón que en la mayoria
de las ocasiones resulta más poderoso que el original.
Antigua fotografia, anterior al Puerto de Marina del Este donde se puede ver la zona en la que encontraron
refugio las tres galeras españolas
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