LP mayo 2019

MENDOZA
La magnífica pared sur del
Aconcagua con sus 3.000
metros de desnivel.
“ACONCAGUA
INVITA A VIVIR
UNA EXPERIEN-
CIA INOLVIDABLE
EN MUCHOS
ASPECTOS.
TODO COMIEN-
ZA A 3 KMS DE
PUENTE DEL
INCA, EN EL
VALLE DE
HORCONES. ALLÍ,
EL PUESTO DE
GUARDAPAR-
QUES, A UNOS
2.800 MSNM”
sus propia carpa, como también comidas.
Las mujeres son las grandes protagonistas de la
vida en Confluencia, buena parte del trabajo pasa
por ellas: arman carpas, cocinan, lavan, ordenan…
desde las frías mañanas hasta la noche se
las ve trajinando para que todo funcione.
Traspuesto el punto de guardaparques, el
mundo Aconcagua es una fantástica Babel de
idiomas y experiencias. Los europeos gustan
muchísimo de esta parte de Mendoza pero los
orientales no se queda atrás, de manera que las
comunicaciones muchas veces son por gestos,
pero las caras muestran siempre una sonrisa.
También hay muchos argentinos, claro, con
experiencias y anécdotas para todos los gustos.
Por caso, al momento de compartir una cena
en un domo en Confluencia, Horacio Galanti
pregunta de dónde somos y qué planes tenemos
en el parque. Nosotros decimos, con esfuerzo,
que estamos muy cansados porque llegamos
unas horas atrás de la salida hasta Plaza
Francia. Horacio -con sencillez- responde que su
intención es hacer cumbre el Aconcagua como
parte de su plan para escalar (nada menos) que
el Everest. Argentino -luego cambió Córdoba
por Alberta, Canadá- Horacio pregunta y habla
con interés quizás ante el hecho que tiene por
delante jornadas de soledad, recordemos que
subir al Aconcagua toma un promedio de 15
días. En una charla que durará hasta tarde
contará que su pasión por la montaña lo llevó a
crear un proyecto denominado 7 Cumbres - 2
Polos, lo cual ya ha cumplido, ahora al momento
de publicación de esta nota estará coronando la
cima del Everest, pero esta vez partiendo desde
la ladera china de la montaña.
Nuestro guía Khalil Aveiro
junto al guía Ignacio
Lucero, muy conocido aquí
porque estuvo a punto de
morir por un infarto y AVC
en Katmandú en 2011. El
asegura que gracias a su
perro callejero pudo
recuperarse para volver a
caminar y escalar.
Abajo: El andinista Horacio
Galanti llegó a la cumbre
del Aconcagua unos días
después de charlar con
nosotros en Confluencia.
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