The Red Bulletin Junio 2019 (MX)

“Clavé cuatro postes en el jardín de
mis papás y puse un alambrado… Así creé
nuestro primer hoyo de espuma”
amigo Tony, que era soldador. Tuvimos
que usar foros en línea para descifrar
cómo hacer una rampa de motocicleta,
y entonces pusimos a Tony a trabajar”.
Los dos hermanos entrenaron durante
seis semanas, justo hasta que llegó la hora
de presentarse. Sus esfuerzos se vieron
recompensados. Para cuando el evento se
llevó a cabo, ya habían dominado el backflip
y todas las otras suertes necesarias
para ese día. La demostración fue un
éxito y la multitud enloqueció, incluso si
la rodilla frágil de Pagès implicaba que su
hermano mayor tenía que detenerse entre
un recorrido y otro para levantarlo.
Sus nombres comenzaron a adquirir
fama en el pequeño mundo del freestyle,
y en 2006 los invitaron a la gran exhibición
francesa, el Supercross de París. Los
hermanos no aparecieron en la alineación
y solo participaron en la demostración
final, pero eso les permitió codearse con
estrellas de la escena, como el español
Dany Torres y el japonés Eigo Sato.
También conocieron a su ídolo, su compatriota
francés Manu Troux –en aquel
entonces el mejor FMXero de Europa–
y a su mánager, Sébastien Billault, con el
que al poco tiempo firmaron un contrato.
Los hermanos, aún desconocidos para
el público en general, regresaron a la
capital francesa un año después, decididos
a hacerse de un nombre. Pagès lo
hizo con el primer double grab backflip
en terracería de la historia. Su apellido
ahora era grande. Ese mismo año, Pagès
ganó el Freestyle MX International, que
se llevó a cabo en la Arena de Nimes,
y en 2008 obtuvo el segundo lugar en la
categoría de mejor suerte en los World
X Games en Los Ángeles.
El espíritu competitivo que existía
entre los dos riders los llevó a ser más
innovadores en su búsqueda de superar
uno al otro, y sus suertes se volvieron
cada vez más arriesgadas y enloquecidas.
“Siempre he pensado en que Charles es el
loco, desde que éramos niños en nuestra
época de BMX”, dice el hermano menor.
“Incluso Manu Troux solía decir que
Charles estaba loco. Tan solo llevarle
el paso implicaba mejorar. Además, le
molestaba que yo le rompiera el ritmo.
Siempre quería dejarme atrás. Nuestra
manera de competir nos hizo mejorar”.
Al inicio, Pagès creó tapetes de protección con colchones y cojines viejos sacados de basureros.
Ahora diseña y suelda sus propias rampas, y construye áreas de aterrizaje con composta.
A romper el ciclo
Determinados a seguir avanzando, los
hermanos volvieron a casa para poder
entrenar con Troux en su sitio especialmente
equipado, en Saint-Vincent-de-
Tyrosse, en el suroeste de Francia. Aparecieron
patrocinadores y el dúo se esforzó
empecinadamente para perfeccionar su
arte, mientras que su rivalidad alimentaba
su deseo de no ceder terreno uno
al otro. “Para ser alguien en FMX, tienes
que hacer suertes que nadie más hace”,
dice Pàges. “Necesitas que la gente diga:
‘Si Pagès se presenta, algo va a suceder”.
Pero el 20 de noviembre de 2010, Charles
tuvo una caída fuerte en el Bercy Supercross
en París mientras intentaba un
front flip, y quedó en coma por una
semana. (Se recuperó y volvió a su mejor
nivel, pero se retiró en 2015).
Por esa misma época del accidente
de su hermano, Pagès también pasó por
una crisis de baja autoestima, por lo que
buscó la ayuda de un psicólogo deportivo
e incluso se tomó un descanso breve del
circuito. La lesión de Charles le afectó
de una manera tremenda. “Fue difícil
presentarme en Bercy al día siguiente”,
recuerda Pagès. “Pero lo único que te
hace seguir es cada recorrido, así que si
te detienes, no te queda nada. Como mi
hermano ya no estaba ahí, estaba en mí
salir a la plataforma. Así fue como crecí”.
Pagès regresó al deporte más determinado
que nunca.
La pasión por andar en motocicleta
aún corría por sus venas, y, sin prestar
atención al dominio del backflip en los
sistemas de puntuación, Pagès ahora
utilizó el placer como su principio rector
y decidió imprimir su propio estilo en
la competencia al inventar nuevos movimientos,
al grado de revolucionar el
deporte. La estrategia rindió frutos.
En 2012, en Múnich, se convirtió en
el primer rider en ganar una etapa de
Red Bull X-Fighters sin caer de cabeza.
En 2013, fue coronado campeón mundial
luego de ganar el Red Bull X-Fighters
World Tour, una hazaña que repitió en
2016, luego de perder el primer lugar
por apenas una ligera diferencia en
2012 y 2015.
Al haber demostrado una habilidad
e inventiva impresionantes, Pagès logró
dominar a la competencia al idear nuevos
THE RED BULLETIN 55