soluciones y servicios financiamiento para adquisición de maquinaria La experiencia de países como Japón, Corea, Taiwán, Singapur, y más recientemente China, ha demostrado que el papel del financiamiento para las empresas es fundamental en el desarrollo industrial de un país; sin embargo, hoy por hoy, el panorama para México parece ser poco alentador en este tema. 32
Por: Verónica Alcántara Artículo original publicado en la revista Metalmecánica Internacional Al hacer un análisis de la banca de desarrollo en el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2024, Francisco Suárez Dávila, especialista del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), recuerda que, tras la Segunda Guerra Mundial, Japón logró crecimiento de 8% anual gracias al diseño de una política industrial que se fincó en esquemas de financiamiento público a las empresas. El modelo puesto en marcha por Japón, luego fue replicado con éxito por Corea, Taiwán, Singapur y otros países emergentes, incluso por China a partir de la década de 1990, para dar impulso a las exportaciones con una política industrial clara y con apoyo de la banca de desarrollo, lo mismo que están haciendo India y Vietnam. Suárez Dávila señala que este esquema no es nuevo para México, porque fue justo lo que hizo para salir de la Gran Recesión entre 1933 y 1973. En ese entonces se creó una política de sustitución de importaciones, sustentada en una política financiera apoyada con la creación de Nacional Financiera (Nafin) en 1934 y el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) en 1937. Sin embargo, el rumbo se perdió cuando los gobiernos de Luis Echeverría y José López Portillo no se ajustaron a un nuevo entorno hacia la promoción de exportaciones. Y la prueba es que mientras en 1970, el crédito bancario como proporción del PIB en México era de 50%, hoy en día apenas representa 21%, muy por debajo de países como Chile o Brasil donde es 60%, además de que se trata de crédito con altos márgenes para las empresas, y con buenas utilidades para los bancos. Aunado a esto, en el país cinco bancos extranjeros dominan el sistema financiero y el 80% del crédito que otorgan es para empresas grandes, solo 20% para pequeñas y medianas; aún así, los apoyos no están basados en una política industrial, por lo que contribuyen poco al desarrollo. “No hay política industrial, sin política financiera que la sustente”, dice Francisco Suárez Dávila, aunque ve con optimismo la creación del Consejo para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico, anunciado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en febrero pasado, cuyo fin será crear comités regionales por temas de actividad para impulsar el desarrollo de las pymes. Hay que reconocer que tenemos, pese a lo que se diga en las convenciones bancarias, una banca con visión limitada y achicada, tanto la pública como la privada, lo cual es una causa de este mediocre crecimiento y va con una nula política industrial. El medio de la industria detrás de la industria 33