23.11.2019 Views

Humanismo o subjetividad Observaciones a la CARTA DEL HUMANISMO de Heidegger

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Antonio Gómez Ramos<br />

consiste en ser transcendido por el ser, que se le reve<strong>la</strong> en lo abierto, y a<br />

cuyo cuidado está. Hei<strong>de</strong>gger no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser un pensador <strong>de</strong> <strong>la</strong> inmanencia<br />

–en tanto que no piensa más allá <strong>de</strong> ser, y su pensamiento no consi<strong>de</strong>ra un<br />

p<strong>la</strong>no divino <strong>de</strong> transcen<strong>de</strong>ncia–; pero el hombre está transcendido por su<br />

orientación al ser, por su apertura en él. Una apertura que lo <strong>de</strong>sequilibra, a<br />

diferencia <strong>de</strong> los animales, que están adaptados a su entorno, aunque sean<br />

pobres en mundo. Esa apertura y <strong>de</strong>sequilibrio le sitúan en una indigencia<br />

que, a su vez, <strong>la</strong> hace ser el único al que pue<strong>de</strong> revelársele el ser y que pue<strong>de</strong><br />

constituir, configurar un mundo.<br />

Sin duda, Hei<strong>de</strong>gger se muestra aquí totalmente <strong>de</strong>udor <strong>de</strong> <strong>la</strong> antropología<br />

filosófica más convencional, y no pone en cuestión <strong>la</strong> neta distinción<br />

humano/criaturas no humanas que ha dominado toda <strong>la</strong> filosofía<br />

occi<strong>de</strong>ntal. De hecho, como Derrida ha hecho notar, para nada rompe en<br />

este punto con el cartesianismo 20 . Volveremos sobre ello al final <strong>de</strong> este<br />

artículo. Pero, <strong>de</strong> partida, ese resituar al hombre en una apertura <strong>de</strong> ser<br />

que le trascien<strong>de</strong> y a <strong>la</strong> que se <strong>de</strong>be empieza por ser un buen correctivo al<br />

arrogante antropocentrismo que ha guiado el pensar metafísico. Como tal<br />

correctivo, correspon<strong>de</strong> a un aprendizaje <strong>de</strong>l pensamiento –un aprendizaje<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>scentralización <strong>de</strong> lo humano– que forma parte <strong>de</strong> <strong>la</strong>s experiencias<br />

intelectuales e históricas <strong>de</strong> <strong>la</strong> segunda mitad <strong>de</strong>l siglo xx. De otro <strong>la</strong>do, sin<br />

embargo, ese ámbito <strong>de</strong> trascen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l ex-sistente hombre hacia el que<br />

Hei<strong>de</strong>gger seña<strong>la</strong>, o que más bien evoca –el Ser, lo abierto–, aparece <strong>de</strong>liberadamente<br />

borroso, elusivo, no se <strong>de</strong>fine más que como un espacio para<br />

hacer <strong>de</strong>l hombre un pastor, un cuidado. En qué consista el «cuidado <strong>de</strong>l<br />

ser», el verse «interpe<strong>la</strong>do por el ser», o el «encontrarse en su cercanía»,<br />

expresiones todas el<strong>la</strong>s <strong>de</strong> un marcado carácter normativo, es algo que no<br />

se <strong>de</strong>tal<strong>la</strong> más, como si Hei<strong>de</strong>gger inaugurara un espacio –y un espacio ético–<br />

en el que, sin embargo, no llega a entrar.<br />

El segundo punto en que <strong>de</strong>bemos fijar nuestra atención es que este hombre<br />

ex-sistente, cuya esencia Hei<strong>de</strong>gger presenta como más verda<strong>de</strong>ra que el<br />

hombre-sujeto <strong>de</strong>l humanismo (o <strong>de</strong> los diversos humanismos), circu<strong>la</strong> por<br />

el escenario <strong>de</strong>l texto <strong>de</strong> una manera l<strong>la</strong>mativamente solipsista. Solipsista, a<br />

lo sumo solitaria, pero no en soledad; y esta distinción es importante. La soledad<br />

supone <strong>la</strong> ausencia-presencia <strong>de</strong> otros, así como un saber sobre sí y <strong>la</strong><br />

re<strong>la</strong>ción con otros que, por ejemplo, sí se podía percibir en ciertas formas <strong>de</strong>l<br />

20<br />

Derrida, El animal que luego estoy si(gui)endo, Madrid, Trotta, 2008. La crítica a<br />

Hei<strong>de</strong>gger es especialmente dura (p. 167 y ss.), situándolo en una línea <strong>de</strong> continuidad<br />

con Descartes, Kant, Lacan y Levinas.<br />

48<br />

SEGUNDAS_La querel<strong>la</strong> <strong>de</strong>l humanismo.indd 48 9/10/18 18:54

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!