GONZÁLEZ LAGIER-Emociones sin sentimentalismo
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Guillermo Lariguet
nifestaciones corporales simuladas no podríamos extraer que
hay una emoción genuina de alegría sin caer en la formación,
de nuestra parte, de una falsa creencia.
Debería ser claro que, desde el punto de vista cognitivo,
las emociones se tratan como aspectos proposicionales o cuasiproposicionales
3 . Esta concepción responde, como ya dije, a
una vieja teoría estoica de la mente, retomada en el siglo XX
por la obra de Martha Nussbaum, principalmente. Contra esta
concepción hay diversas clases de objeciones. Una surge del
ejemplo que he presentado de simulación, pero hay otra ya
insinuada: la que tiene que ver con el hecho de que la noción
de contenido proposicional (noción referida por Daniel en su
obra) es una clase de construcción que se apoya en la idea primitiva
de juicio que tanto interesaba a Aristóteles o al segundo
Wittgenstein. Inclusive es una noción que el propio Sartre
(ibídem, p. 84) abraza cuando sostiene que las emociones se
ligan con “creencias” (sobre objetos externos). Sin embargo,
parece un hecho del mundo incontestable que hay emociones
cuya existencia no depende de tales objetos exteriores. Como
dije al citar a Descartes, o a la contemporánea Vendrell Ferrán,
hay emociones vinculadas con la imaginación o fantasía, o los
recuerdos. En la imaginación, como enseñó Kant en La crítica
del juicio, hacemos presente “algo que no está”, o que no existe.
3
La ignorancia filosófica haría pensar que la frase verbal “se tratan” alude
solamente a la tradición analítica de la filosofía. Pero no es el caso.
También en otras tradiciones —en mi opinión emparentadas— como
la fenomenología husserliana, ocurre algo similar. Recuérdese que para
Husserl los fenómenos (por caso, la emoción) deben explicarse no solo
en términos empíricos como hace la psicología. En esto coincide también
Sartre. Sino en términos que un analítico como yo llama conceptuales y
un fenomenólogo denominaría “esenciales”, generados por el método de
la epoché y la consiguiente la reducción eidética.
22