40Fotografía: Gustavo García Solares
INTERSECCIONALIDAD EN EL ARTEResistencias cotidianasPor Numa Dávila«Revisar el vínculo entre un cuerpo quenombro mío, en una tierra que luchamosporque sea de todxs[1]».–Alejandra Garavito.El llamado a formar parte del experimento de Curaduría Comunitaria para laprimera edición de la Bienal en Resistencia en Guatemala ha sido una invitacióna experimentar colectivamente la relación entre lo personal y lo político,desde un grupo de activistas, curadores, artistas y antropologxs quedurante algunos días reflexionamos en torno a las resistencias y sus narrativasen los campos de las artes, los activismos y las ciencias sociales,para establecer las bases interseccionales desde donde hacer la curaduríade este primer evento, que reunió más de ochenta propuestas de artistasde América Latina y/o Abya Yala.La acción de dialogar entre nosotrxs, con lxs artistas y las historias queatraviesan sus obras y nuestras interpretaciones -permeadas de experienciasy sensaciones que nos conectan, o no, desde contextos latinoamericanos-fue toda una experiencia de conjugar miradas y sentires. Y tambiénde disputar puntos de vista, dando lugar a debatir y disentir, lo cual, me reafirmaque este ejercicio colectivo reproduce la complejidad de las realidadesy relaciones que vivimos, y nos sitúa fuera de las burbujas artísticas enlas que la discusión sobre lo estético es -aún- lo que prevalece.Problematizar desde la cotidianidad y las estéticas temas profundamentehistóricos y estructurales como la desaparición forzada, el acoso sexual,los fundamentalismos religiosos, el racismo, la lucha por el agua, lasmigraciones, el cambio climático, las disidencias sexuales, el derecho alaborto, las nociones cibernéticas de realidad y las estrategias corpora-les de defensiva en ciudades hostiles, fue también un ejercicio reflexivode articular las opresiones que subyacen a estas problemáticas, desdenuestros cuerpos, para no tratarlas como hechos aislados, sino como hechosinterconectados de un sistema histórico de dominación que aniquilala vida y las pluralidades.Desde ahí, que entre las propuestas encontremos una potente diversidadcomo las estrategias para hackear los Ejércitos cibernéticos, el génerobinario, la desmemoria y las preguntas esperanzadoras que articulanproblemáticas como la lucha por el agua y ¿Cómo podemos reconsiderarlas nociones de “resistencia” y “desplazados” desde y con la experienciamultiespecie?[2]El trabajo de esta Bienal como acción de hilar conjuntos discursivos, llenosde actos de habla, prácticas simbólicas, poéticas, políticas y culturales,dio lugar a cambiar el ritmo del presente para durante un mes observar,en espacios públicos y privados, lo cotidiano de las resistencias,que implican fuerza, tensión, denuncia, pero también gozo, inventiva,buen vivir, placer, ternura.1 Alejandra Garavito. Llegar a casa / cuerpo, casa, territorio. La Bienal en Resistencia, 2019. La artistarecorre 35 kilómetros desde Kaminal Juyu hasta Palín Escuintla recorrido el cual su abuela nopudo terminar, siendo víctima de desaparición forzada en Guatemala durante época de guerra.2 Wilfredo Orellana. El rugido, el fuego y el silencio. La Bienal en Resistencia, 2019.Interseccionalidad del Arte41