Para alguien que escribe desde un contextocotidiano y profesional ajeno al de la Ciudadde Guatemala, la Bienal en Resistencia significóuna suerte de lección en lo que a entusiasmose refiere. Este tipo de impulso, de hecho,se percibe con facilidad como algo distintivo delcontexto artístico de la ciudad (de nueva cuenta,desde mi perspectiva externa) y creo que serefleja en la energía que ha creado una escenay ecosistema vital sin, prácticamente, apoyo orespaldo institucional. Además de entusiasmo,la generosidad también fue palpable. Se materializóen el apoyo y compromiso de múltiplesagentes que hicieron posible un evento internacionalde este tipo con recursos limitados. Estasactitudes son, sin duda, políticas: planteanla posibilidad de que las cosas (en este casola operación de una bienal de arte contemporáneo)pueden operar de una manera radicalmentedistinta a las actuales.Mi participación en la Bienal en Resistencia iniciócuando se me invitó a formar parte del comitéde selección curatorial; una dinámica dediálogo que fue muy enriquecedora en distintosaspectos. Curatorialmente, este diálogo tomóvarias avenidas: discusión de las piezas, especulaciónsobre posibles conexiones entre propuestassometidas a selección, así como potencialessedes o escenarios para su exhibición.Después de este proceso de selección, regreséalgunos meses después a Guatemala para elmontaje de algunos proyectos y la inauguraciónde la bienal. Los espacios para mostrar arte nofueron los habituales, como una galería. Montarexposiciones en espacios de exhibición noconvencionales siempre es algo emocionante y“plástico”, por decirlo de alguna manera, en elsentido de considerar las condiciones y característicasdel contexto o espacio en cuestión.Es también una resistencia a las implicacionesideológicas que inevitablemente acarrean las figurasdel museo o del conocido “cubo blanco”.Aunque algunos proyectos seleccionados paraesta bienal se mostraron en espacios cerrados,la mayor parte consistió en acciones y eventospúblicos que trastocaron temporalmente ciertasdinámicas y lógicas de los espacios y la vida cotidianaen el centro de la ciudad.Desde mi práctica como curador e investigadorfue muy enriquecedor conocer de cerca el trabajode numerosos artistas locales, así como deotros productores de distintos puntos de AméricaLatina, particularmente de Centroamérica.La Bienal en Resistencia contó con este caráctertransnacional, una condición que tiende afigurar solo en iniciativas institucionales con elpresupuesto necesario para presentar un programaque contemple artistas internacionales.Varios proyectos reunidos en esta bienal, mostraronproblemáticas regionales compartidasque sirven para alertar sobre procesos políticosy sociales similares. Procurando el encuentro ydiálogo entre varios artistas de diferentes puntosde la región, este evento sumó al caráctertransnacional que, desde hace muchos años,ha caracterizado el tipo de conexiones entredistintas escenas artísticas a lo largo de AméricaLatina. Vale la pena mencionar que varios artistas,así como gestores o agentes culturales,internacionales viajaron a Guatemala para estarpresente en el montaje e inauguración de la bienal,motivados en gran medida por el tipo de entusiasmoque se ha remarcado.Regresar al tema del entusiasmo no es del todoarbitrario y se hace con el fin de especificar dichaactitud. Cercano a su significado como vozgriega, entusiasmo se entiende en este contextocomo un impulso atravesado por vigor yvehemencia, un arrebato y empuje motivadopor un deseo, una fantasía o inclusive una utopía.De esta manera, el entusiasmo que definióa la Bienal en Resistencia fue motivado porla posibilidad de hacer una bienal internacionallejos de los esquemas más conocidos e institucionales,de manera independiente y con recursoslimitados. Concretar un evento similar amuchas otras iniciativas periódicas de exhibición,pero a la vez, radicalmente distinto. Deacuerdo a León Trotsky, et al, prefigurar y señalarposibilidades, órdenes alternos, es una actitudartística imprescindible para una prácticaprogresista, independiente y revolucionaria.En el notable manifiesto que escribió en 1938junto a Diego Rivera y AndréBreton, se señala que este tipo de prácticasradicales no tienen mucho que ver con el cometidoo los discursos establecidos, a priori,en las obras o proyectos sino con ciertasactitudes que motiven su producción, entrelas que también figuran el rechazo a modelosimperantes o mandatos institucionales,la libre asociación amistosa y creativa, asícomo un internacionalismo solidario y fraternal.Estas cuestiones también resonaron, desdemi percepción, con la propuesta y desarrollode la bienal en Guatemala.Como una nota conclusiva de carácter personal,fue increíble colaborar en este proyecto que medejó múltiples enseñanzas. Agradezco muchola invitación y las numerosas experiencias. Además,siempre es un placer estar en Guatemala.50
Seres de nieblaAurora Chaj, Cristina Chiquin, Galilea Brachoy Gilberta Jiménez.Seres de niebla es un viaje por la naturaleza creativa, la mirada, la tierra,la voz y el cuerpo que se convierte en un territorio de resistencia.Las mujeres trazan nuevos espacios donde no los hay y cruzanpara entrar en nuevas formas y nuevas vidas, porque la naturaleza de lamujer persevera y prevalece.¿Conoces la importancia de la mujer en una sociedad como la nuestray entiendes el concepto de ‘la mujer’ como un ser vulnerable y frágilo transgresor e inventivo?Colectivo LemowGUAFotografías: Cortesía de artistasColectivo Lemow51