Fotografías: Gustavo García Solares76Sabemos sus nombres
Sabemos sus nombres:El ejercicio de nombrarel arte desde otras realidadesPor Diego Ventura Puac-CoyoyEl conocimiento, desde la blanquitud, representa siempre una visión condeterminadas características que surgen desde formas colonizada de pensar,así como visiones paternalistas en estructuras que observan, cualquiertipo de conocimiento que no sea academicista, desde una lupa, comoquien observa una granja de hormigas o presencia un experimento.La realidad de las comunidades mayas en Guatemala, responde a extensosprocesos históricos heredados de una cosmovisión compleja e integral.Quizá el rasgo más importante de esta cosmovisión de origen maya es, latransversalidad: las formas en que atraviesa el cuerpo en todas sus facetasy en todos sus momentos.Muchos de esas formas en que nuestra mayanidad se vuelve un todo queatraviesa nuestros cuerpos, son irracionales para la ciencia moderna ycontemporánea. Ciencia, que se preocupa por la salud, pero no por la nuestra(como las experimentaciones con la sífilis en 1946 o la imposición actualde las semillas transgénicas).Evidentemente, la ciencia como la conocemos, responde a necesidadesque no son las nuestras. Esa misma ciencia, suele obviar procesos e informesantropológicos, sociopolíticos e históricos. Esa manera en que lamayanidad nos atraviesa el cuerpo y la mente, la historia, el amor y la economía,es un registro viviente en todos los mayas que habitamos este territorioy otros y que, de manera inexplicable, se convierte en una resistenciapara el “desarrollo” del mundo occidental, voraz y sin memoria.Sabemos sus nombres es un ejercicio colectivo de preservación de la memoriade nuestras comunidades, específicamente del territorio Maya k’iche’de Chuwila (Santo Tomás Chichicastenango). Los procesos de educaciónformal si bien nos han tecnificado para ejercer alguna profesión, no otorganprácticas ni fomentan el pensamiento crítico, la recordación y revisión de lahistoria, a su vez que, condenan los conocimientos y prácticas ancestralesque, aunque aún se utilizan en gran medida, no son vistos como oficios dignificanteso bien, gozan de remuneraciones precarias dentro del mismo sistemaeconómico en que la educación está inmersa.Los oficios y prácticas ancestrales poseen fuertes cargas en diferentescampos que se complementan entre sí: espiritualidad, economía, política,cuerpo, territorio, gozo, amor, etc. Esta interseccionalidad da paso a entenderlos oficios como algo completamente necesario y complementario entrelos miembros de una comunidad y aquí, la posibilidad de nombrar el artedesde otras perspectivas: las de los pueblos originarios.Para La Bienal en Resistencia, Espacio/C arte contemporáneo, presentóesta exhibición con objetos, audio, documentos, pintura y grabado, todosde diferentes épocas y elaboradas desde diferentes comunidades culturalesy lingüísticas de origen maya. La muestra estaba cohesionada a partirdel grabado contemporáneo de Marilyn Boror Bor, del grupo Kaqchiqel deSan Juan Sacatepéquez. Dentro de los oficios enunciados, se encontraban:músicos, tejedoras, escribanos, alcaldes, mayordomos y constructores. Enla clasificación occidental, todas estas “profesiones” están ligadas a las artes.En el entendimiento de nuestras comunidades, son oficios que recibenel reconocimiento por parte de las y los miembros de las quienes habitamosun determinado espacio/tiempo y que, en determinadas ocasiones denuestra vida, solicitamos del talento, bien o servicio de las tejedoras o músicos(por poner un ejemplo) y que, en todos los casos, será remunerado.La remuneración acá es importante, ya que en recibe un nombre: Toj, quesignifica pago, tributo o multa. El dinero en sí, es el mínimo valor que puedepagarse a quien ejerce el oficio y esto es porque, la comunidad reconoceeste trabajo como parte del tejido social. Pero ¿Qué pasa con estos ejerciciosde pago/compensación en la contemporaneidad? Poco a poco, se vandiluyendo, ya que las comparaciones con licenciados o doctores son inminentesy distanciadas. Hay ciertas comunidades mayas que anteponen untítulo de nivel medio o universitario al conocimiento ancestral, otras (comoes el caso de Chichicastenango) que anteponen las actividades comercia-“Sabemos sus nombres” por Diego Ventura Puac-Coyoy 77