Revista Vegetus nº 37 (Octubre - Diciembre 2020)

Diagrama esquemático que muestra las interacciones entre componentes alimentarios, sistema inmune e infección viral. Autor: Mohammed
Iddir (Strengthening the Immune System and Reducing Inflammation and Oxidative Stress through Diet and Nutrition) 9 .
“Hay que evitar, en la
medida de lo posible,
todos aquellos alimentos
con evidencia científica de
que deprimen el sistema
inmune”
RECOMENDACIONES
GENERALES ANTE UN POSIBLE
CONFINAMIENTO
Para que esta vez no nos pille
desprevenidos, vamos a repasar
qué podemos hacer en caso de que
volvamos a tener que pasar mucho
tiempo dentro de nuestras casas 18 .
La situación de confinamiento se
ha asociado con un círculo vicioso
del que cabe estar preparados para
prevenir que afecte a nuestra salud
y calidad de vida. Entenderlo puede
ayudarnos a enfrentarnos a ello. Aun
así, la ayuda psicológica puede ser
muy recomendable.
El aburrimiento se ha asociado con
una mayor ingesta de alimentos (y
por lo tanto de calorías), así como
con un mayor consumo de grasas,
carbohidratos y proteínas. El estrés
empuja a las personas a comer en
exceso, especialmente buscando
alimentos azucarados que nos reconforten,
ya que aumentan la producción
de serotonina y tienen un efecto
positivo en el estado de ánimo.
La intensidad de los antojos de carbohidratos,
cuando nuestro estado de
ánimo es bajo, es proporcional al índice
glucémico de los alimentos. Este
mal hábito nutricional puede aumentar
el riesgo de sobrepeso y obesidad,
que además de suponer un estado de
inflamación crónica habitualmente
se complica con infartos, diabetes o
enfermedades pulmonares, que han
demostrado aumentar las complicaciones
al contraer COVID-19 19 .
El círculo vicioso peligroso se cierra
al afectar al sueño, aumentando el
estrés y la ingesta de energía. Por
tanto, es importante consumir alimentos
que promuevan la síntesis de
serotonina y melatonina (almendras,
plátanos, cerezas, avena...). Estos
contienen triptófano, que regula la
sensación de saciedad e ingesta calórica,
disminuyendo el consumo de
grasas y carbohidratos.
El problema principal de una mayor
ingesta energética es que muchas
veces no es densa en micronutrientes,
sino deficitaria. Como ya hemos
dicho, el consumo de verduras y
frutas para cubrir las necesidades de
nutrientes es básico y necesario.
Comprar alimentos que sean
densos en nutrientes que apoyen al
sistema inmune, así como planear
las horas y cantidades de comida e
14 Revista Vegetus, septiembre de 2020 www.unionvegetariana.org