Edición No. 4 Revista Oopart: Terror

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con su hijo, no responden más que a la necesaria
vocación de sembrar en los hijos valentía y, en
especial, gallardía tan obligatorias para cualquiera
que quiera sobrevivir o vivir en condiciones
medianamente dignas en este mundo. Pelear como
Dios manda, como el padre exige para dejarlo a él –
esa figura resplandeciente de la sala- atrás y, en esa
medida, hacer de nosotros mismos el nuevo ejemplo
a seguir y legar, en esa descendencia -que se pasará
muchos años pensando en el inconveniente de
haber nacido- la misma condena de matar y enterrar
para perpetuar una interminable lucha de padre
contra hijo que no debería terminar nunca y que
asegura, en los que vienen, una vida mejor. Hacer
de nosotros, de cada uno de nosotros, un Moderno
Prometeo que, tras robar el fuego de los dioses y
ridiculizar al mayor de los dioses, se convierta en
el mayor benefactor de la humanidad aunque ello
nos cueste un hígado que crece todos los días y nos
devora -por la eternidad- la misma águila… Heredar
una marca, tener un propósito, hacerse de un estilo
de vida, poseer un horizonte que haga que la vida
tenga un sentido o signifique algo porque, como
demuestra el Roquentin de Sartre en La Nausée: la
libertad no es más que una condena dado que no
existe ningún propósito, ni destino, ni poder divino
dada nuestra naturaleza humana –volátil, pasajera,
efímera- que permita, siquiera, guiar en algo la
existencia.
La figura del padre maldito como la necesaria
redención de nuestras vidas, la figura de un
patriarca injusto al que hay que descabezar –Slay
the King! 3 - para procurarnos una honesta justicia
social: el feminismo, el derecho a libertad de culto,
la libre expresión, el discernimiento… porque
“bienaventurados los perseguidos por causa de la
justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos” 4 y
“bienaventurados los que tienen hambre y sed de la
justicia, porque ellos quedarán saciados” 5 ya que,
cuando no eres frío ni caliente, apenas tibio, de la
misma boca te habrán de vomitar, les digo yo: hijo
tranquilo, hijo solitario, hijo condenado a ser libre,
hijo lanzado a una libertad inherente no solo por mi
condición humana sino por mi invisibilidad a los ojos
de mi padre, para quien no existo ni como amigo y,
mucho menos, como enemigo:
Una vez, después de haber roto el candado de
la cerca de un terreno abandonado, una señora nos
advirtió, a mí y a un par de amigos, que nos acusaría
con nuestros padres. Arrepentido y, principalmente,
perdido; entre mis amigos y yo terminamos a los
golpes tratando de averiguar de quién era la culpa,
hasta que uno de ellos, el más tonto –como siempre-,
terminó con la nariz rota y lo único que supimos hacer
fue correr como locos hasta nuestras respectivas
casas.
Asustado y con el corazón en tumbos, entré pero,
al ver la cara amable de mi mamá y su tranquilidad
para decirme y ofrecerme cada cosa, supe de
inmediato que no era con ella con quien debía hablar.
Rechazándola de cualquier manera, subí por las
3 Seth Rollins y WWE: The Messiah.
4 Mateo 5:10
5Mateo 5:6