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Edición No. 4 Revista Oopart: Terror

Editorial redactada el 17 de enero de 2021 El año 2020 estuvo repleto de eventos escalofriantes que nos lanzaron casi a la extinción de la humanidad. Fue terrorífico, especialmente en sus últimos dos meses y, aún hoy nos sigue sorprendiendo. Con esto me refiero a uno de los hechos más inverosímiles a los que nos enfrentamos: la tragedia de los lectores. Si bien tras el mes de octubre del año pasado, específicamente tras la publicación de la edición Terror de una revista digital, Oopart o algo así, conocimos historias de personas que experimentaron la presencia de voces extrañas en su habitación durante la lectura y que con el pasar de las páginas se acompañaba de una extraña incomodidad, sentirse observados y ser testigos de apariciones inexplicables en sus pantallas. Sin embargo, nada de eso se compara a lo que vino las noches siguientes y nadie habría imaginado cómo esto transformaría sus vidas. Con seguridad el tiempo nos permitirá seguir conociendo más detalles de este extraño fenómeno, solo nos queda desear que ojalá alguien les hubiera advertido sobre leer esas líneas con más prudencia.

Editorial redactada el 17 de enero de 2021

El año 2020 estuvo repleto de eventos escalofriantes que nos lanzaron casi a la extinción de la humanidad. Fue terrorífico, especialmente en sus últimos dos meses y, aún hoy nos sigue sorprendiendo. Con esto me refiero a uno de los hechos más inverosímiles a los que nos enfrentamos: la tragedia de los lectores.
Si bien tras el mes de octubre del año pasado, específicamente tras la publicación de la edición Terror de una revista digital, Oopart o algo así, conocimos historias de personas que experimentaron la presencia de voces extrañas en su habitación durante la lectura y que con el pasar de las páginas se acompañaba de una extraña incomodidad, sentirse observados y ser testigos de apariciones inexplicables en sus pantallas. Sin embargo, nada de eso se compara a lo que vino las noches siguientes y nadie habría imaginado cómo esto transformaría sus vidas.
Con seguridad el tiempo nos permitirá seguir conociendo más detalles de este extraño fenómeno, solo nos queda desear que ojalá alguien les hubiera advertido sobre leer esas líneas con más prudencia.

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32<br />

Las luces de neón de un microbús surcan el océano negro de la noche. De día, el sol deja<br />

ver un barrio de casas grises desmoronándose desde toda la vida. Dentro del microbús, los<br />

pasajeros cabecean. Por fin, la estruendosa salsa cansa hasta al chofer. Ni un salsero de hueso<br />

colorado como él puede cantar “paloma palomita. Vuela. Vuela paloma palomita” más de media<br />

hora seguida. Como no trae otro disco, la música se calla y las lucecitas rosa mexicano pasan de<br />

ambiente de antro a ambiente de burdel. La morra en uniforme de secundaria para de chatear:<br />

es media noche y su amiga ya no responde. Seguro ya descansa. Su padre va sentado al lado<br />

con los ojos cerrados hasta que lo despartiera el ronquido osuno del cuate de adelante; duerme<br />

como piedra: trae la boca abierta hacia al techo. Por el cemento en su ropa, parece que le tocó<br />

hacer la mezcla en la obra.<br />

Ya falta poco para la última parada, por eso todos vamos sentados. Hasta el chavo del fondo,<br />

que le cedió el lugar a una mamá con su bebé de brazos, puede descansar las piernas. Quién<br />

sabe si se lo ofreció porque es joven y guapa, porque le dio pena imaginarla cargando a un<br />

bodoque todo el santo día o por buena educación. Alcanzó asiento cuando se bajó la mayoría en<br />

Rojo Gómez.<br />

Solo faltaban cinco cuadras cuando los frenos desgarraron la noche con un chillido horrible.<br />

El autobús se detuvo en seco. El enyesado despertó con los dientes incrustados en el asiento de<br />

adelante. —Pérate, güey—alcanza a decir el gordito bigotón de hasta delante antes de estrellarse<br />

con la puerta. Por suerte no sirve. Está abierta, paralela a la escalera. Si hubiera estado cerrada,<br />

sus bigotes habrían terminado estrellados contra el parabrisas.

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