5to Encuentro de Investigadores de Arqueologia y Etnohistoria
por el Instituto de Cultura Puertorriquena
por el Instituto de Cultura Puertorriquena
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La osteoartritis es un trastorno no inflamatorio y progresivo de articulaciones móviles,
de modo particular las que soportan peso. Se caracteriza, desde el punto de vista patológico,
por el deterioro del cartílago articular y la formación de hueso nuevo en las áreas subcondrales
y los bordes óseos de la articulación. El cartílago se degenera de modo gradual y, al
quedar expuestos los extremo óseos, se deposita en estos últimos tejido óseo nuevo, en
lugar de cartílago. Dichos tejidos forman pequeñas excrecencias (osteofitos)(figura 5), que
disminuyen el espacio de la cavidad articular y restringen el movimiento de la articulación
(Ortner y Pustchar, 1985:410-433; Tortora y Anagostakos, 1984: 243-244).
En cuanto a las lesiones osteoarticulares se presentaron en el sitio de Punta Candelero
en un 11.4% (7/61) y en el sitio de Paso del Indio fue de 15.8% (17/107).
Lesiones traumáticas
Trauma - Un trauma es causado por la transferencia de energía de un objeto externo
en movimiento hacia los tejidos. El cuerpo absorbe usualmente esta energía, ya sea por la
elasticidad de sus tejidos blandos o por la rigidez de su estructura ósea. Cuando la intensidad
de la fuerza aplicada excede la capacidad de los tejidos absorber o de resistir, es que
se produce un traumatismo. En el caso del
tejido óseo, cuando la fuerza aplicada excede
la resistencia del mismo provoca lo que se
denomina como fractura (Lovell, 1997; Merbs,
1989a; Ortner y Putschar, 1985; Steinbock,
1976). La fractura, por ende, consiste en la
ruptura completa o incompleta en la continuidad
del hueso.
De acuerdo con Lovell (1997:141), son
cuatro los mecanismos de lesión provocadores
de fracturas, a saber: trauma directo,
trauma indirecto, trauma por estrés y trauma
provocado por patologías (ej. osteogénesis
imperfecta, osteoporosis, etcétera.). En cuanto
a la temporalidad en que la fractura fue provocada,
existe una clasificación compuesta
por tres categorías: antemortem (antes de la
muerte), perimortem (cercano o en el mo-
Figura 7. Vista lateral de cráneo sifilítico (treponematosis)
perteneciente a un individuo adulto femenino procedente de
Paso del Indio. De igual forma, presenta deformación cefálica
intencional tabular oblicua.
mento de la muerte) y postmortem (después de la muerte). Por otro lado, la localización
anatómica de los traumas nos ayudan a relacionar si los mismos se vinculan con conflicto
interpersonal (Martin y Frayer, 1997; Walker, 1989) o son consecuencia de accidentes
(Lovell, 1997).
La presencia de traumas para el sitio de Punta Candelero fue de 1.6% (1/61) y para
Paso del Indio de 8.2% (9/109). En ambos sitios arqueológicos los traumas corresponden
a fracturas antemortem ya que las mismas ocurrieron antes de la muerte del individuo. En
ésta, se observa el proceso de reparación o curación a causa de la regeneración de tejido
óseo (presencia del callo óseo)(figura 6) e inflamación en el área de la fractura. De igual
forma, microscópicamente se aprecian los bordes de la fractura con apariencia suave, ya
que ha ocurrido actividad osteoblástica.
Finalmente, en la gráfica 1, se presenta la frecuencia porcentual de las patologías presentes
en los sitios de Punta Candelero y Paso del Indio.
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