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iban tomando partido y ganando mayor<br />
terreno, la alquímia se iba relegando a<br />
un segundo plano. El contenido practico<br />
de la alquímia pasó a manos de los<br />
químicos, que continuaran analizando el<br />
mundo natural. La perfumería siguió los<br />
pasos de la alquímia en lo referente a la<br />
practica. Eran practicantes solitarios que<br />
experimentaban con sus propias mezclas.<br />
Fue en el siglo XVI cuando aparecieron<br />
los guantes perfumados franceses que se<br />
utilizaban para mantener la piel suave,<br />
incluso para dormir. Con este hecho podemos<br />
decir que el embrión del negocio<br />
de la perfumería fue tomando forma. La<br />
primera tienda moderna que se creó mantenía<br />
la dualidad alquimista al mantener<br />
una parte del espacio destinada al público<br />
y otra, la oculta, a mantener en secreto y<br />
para unos privilegiados el acceso allaboratorio<br />
del alquimista.<br />
La relación entre los guantes, la perfumería,<br />
la alquímia fue creciendo y, hacia<br />
la mitad del siglo XVII, el hijo de Ana de<br />
Austria, Luis XIV, estableció los estatutos<br />
del gremio de gantiers-parjumeu1·s.<br />
Siguiendo en el tiempo, hacia 1730 se<br />
introdujeron a la lista de ingredientes la<br />
menta pi perita, el jengibre, la mostaza, el<br />
ciprés, la bergamota, la artemisa, el neroli<br />
y la almendra amarga. Inclusa se mejoró<br />
la extracción de fragancias. Se podía<br />
utilizar la destilación con las rosas, pero<br />
no funcionaba con el jazmín, el nardo o la<br />
flor de azahar. Y no fue hasta el siglo XIX<br />
que se pudieron obtener. Jacques Passy<br />
observó que esas flores seguían emanando<br />
perfume después de ser cortadas, así<br />
que desarrolló una técnica que se llamó<br />
enfleurage, con la que se obtiene un aceite<br />
muy aromatico.<br />
FISIOLOGÍA DEL OLFATO<br />
El olor, sea perfume o no, proviene del<br />
calor, del fuego, de lo vivo. Lo vivo huele.<br />
Y nuestra sociedad, quizas la mas viva, la<br />
mas inquieta de la historia, es la que ha<br />
protagonizado precisamente ese interés<br />
entusiasta por el sentido del olfato. El<br />
mundo del olor es un mundo invisible de<br />
poder, influye directamente en la parte<br />
mas arcaica e íntima de nuestra psicología<br />
personal. El olfato es uno de los<br />
primeros sentidos que despiertan en el<br />
niño y que guían sus primeros días en el<br />
mundo. Sólo con el olfato encuentra la !eche<br />
materna, reconoce el olor único de su<br />
madre y sonríe, por lo que no es extraño<br />
que el perfume esté tan conectado con los<br />
recuerdos. Sin embargo, el olfato queda<br />
en un segundo plano a medida que crecemos<br />
pues buscamos mas la satisfacción visual-el<br />
arte, la estética, el diseño-, auditiva<br />
y gustativa a través de la alimentación,<br />
e incluso la satisfacción tactil con la ropa<br />
y materiales que nos rodean. No nos ocupamos<br />
de nuestro sentido del olfato que,<br />
rodeado de olores monótonos y saturados,<br />
ni cultivamos ni enriquecemos, aún<br />
a riesgo de que no haciéndolo dejemos<br />
escapar algunos de los mas exquisitos placeres<br />
de la vida. Muchos podríamos llegar<br />
a distinguir a simple vista en una terraza<br />
diferentes clases de geranios, desde el<br />
mas común a la gitanilla, pasando por el<br />
geranio de malva. Y ¿cuantos podrían<br />
diferenciar el casi imperceptible olor de la<br />
gitanilla de la fragancia, sutil también, del<br />
geranio común, o del mas alimonado del<br />
geranio de malva sin tenerlos delante?<br />
Constance Classen, historiadora cultural,<br />
reconoce que "a menudo somos incapaces<br />
de identificar los olores mas familiares<br />
cuando estan separados de su fuente. Es<br />
decir, conocemos el aroma de una rosa<br />
cuando la tenemos delante pero si se trata<br />
del olor, un gran número de personas no<br />
podrían identificarlo".<br />
El sentido del olfato, y concretamente su<br />
membrana olfativa, es el único punto del<br />
cuerpo humano donde el sistema nerviosa<br />
central entra directamente en contacto<br />
con el entorno. La demas información<br />
sensorial se filtra primero por el talamo; en<br />
cambio, el primer proceso que se realiza<br />
en el sentido del olfato sucede en ellóbulo<br />
límbico, una de las partes mas antiguas del<br />
cerebro y sede de los impulsos sexuales<br />
y emocionales. Las moléculas gaseosas<br />
de las fragancias llegan a los receptores<br />
y, cuando un número suficiente de los mismos<br />
es estimulada, la célula se despierta<br />
y envía la señal al cerebro. Entonces, antes<br />
de que lleguemos a saber que estamos en<br />
contacto con un olor, ya lo hemos recibido<br />
y hemos reaccionada ante él.<br />
La fisiología de nuestro sentido del<br />
olfato es el recuerdo de lo importante<br />
que resultaba este sentido para nuestros<br />
antepasados, que caminaban a gatas, a<br />
cuatro pa tas. Fue Freud quien postuló<br />
que al caminar erectos perdimos nuestra<br />
proximidad con las huellas olfativas y<br />
la información que daban. Pero esto nos<br />
proporcionó un campo de visión mas<br />
amplio, con lo cual el sentido del olfato<br />
fue perdiendo su sensibilidad dejando<br />
paso al sentido de la vista. Este hecho<br />
seguramente fue decisiva para la evolución<br />
humana, y relegó al olfato como<br />
un sentido "inferior" asociandose con el<br />
mundo animal y los primitivos impulsos,<br />
la suciedad y la enfermedad. Dejar el olfato<br />
al margen fue uno de los hechos distinti<br />
vos del hombre "civilizado". Incluso<br />
Immanuel Kant afirmó que el olfato era<br />
el menos importante de los sentidos e<br />
indigno de ser cultivada. Aún así el olfato<br />
sigue desempeñando un pape! importante<br />
para la humanidad y es capaz de<br />
experimentar un desarrollo extraordinario.<br />
Es curioso ver como las personas que<br />
carecen de algún otro sen tido tienen un<br />
olfato extraordinario, llegando a identificar<br />
hechos precisos simplemente por el<br />
olor. La utilidad del olfato la hallamos en<br />
la inmediata conexión con los estados de<br />
conciencia, emociones y fantasías. Las<br />
fuertes reacciones que evoca el olor estan<br />
libres de la influencia de los deberes<br />
y las obligaciones.<br />
Hallamos las impresiones olfativas entre<br />
lo vago del tacto y el gusto y la riqueza de<br />
la vista y el oído. Sabemos que los olores,<br />
por naturaleza, tienden a difundirse de<br />
manera que su masa molecular se esparce<br />
por la atmósfera y llega a ser difícil creer<br />
que el olor siempre implique necesariamente<br />
algo material. No es ninguna casualidad<br />
que los olores se denominen esencias<br />
o espíritus, ubicandose así entre el mundo<br />
físico y el metafísica y concediéndoles un<br />
poderosa papel de caracter único respecto<br />
a la psique. Las diferentes experiencias<br />
olfativas crean una serie de sensaciones<br />
secundarias que forman parte de nuestra<br />
vida, con un marcado papel emocional<br />
por su variedad, intimidad y capacidad<br />
de asociación, como reverberaciones<br />
ancestrales en nuestros cerebros. Y es por<br />
este motivo que ningún otro sentido tiene<br />
un poder de sugestión tan fuerte, el poder<br />
de despertar recuerdos antíguos con amplias<br />
y profundas implicaciones emocionales,<br />
y tampoco ningún otro sentido cambia<br />
con tanta facilidad según sea la actitud<br />
general del receptat: Nos damos cuenta así<br />
como la fuerza del perfume y su poder re-