Revista Vegetus nº 48 (Julio-Septiembre 2023)

ensaladas, en bloque para asados,
laminado como acompañamiento o
batido dentro de tus cremas.
¿Con qué especias y salsa puedes
combinar el tofu? Lo más común es
condimentarlo con salsa de soja o
tamari, salsa de cacahuete, salsa de
curry, aceite de sésamo, mostaza,
jengibre (fresco o en polvo) y con
especias tales como la cúrcuma, la
pimienta negra, el pimentón, el ajo,
el cilantro, comino, orégano…
TRES MARINADOS
PARA EL TOFU
1. Soja y jengibre: Mezcla ¼ de
taza de salsa de soja. 2 cucharadas
de sirope de agave. 1
cucharada de jengibre rallado y
dos dientes de ajo picado.
2. Curry y coco: Combina ½ taza
de leche de coco. 1 cucharada
de pasta de curry rojo. 1 cucharada
de salsa de soja y 2
cucharadas de jugo de lima.
Macerar mínimo una hora.
3. Picante y sésamo: Mezcla 2 cucharadas
de salsa de soja. 1 cucharada
de aceite de sésamo. 1
cucharada de salsa de chile. 1
cda. de azúcar moreno (o sirope)
y 2 dientes de ajo picado.
Tempeh: Cada vez más popular en
occidente, este alimento fermentado
originario de Indonesia puede realizarse
con las habas de soja (el más
común) pero también con otro tipo
de legumbres: garbanzos, lentejas,
frijoles negros, etc.
Su valor proteico oscila entre los 18
y 22 gramos cuando es de soja y por
ejemplo entre 10 y 15 gramos cuando
es de garbanzo.
La textura del tempeh es más
dura si la comparamos con el tofu,
aunque ‘tierna’ y tiene un sabor más
fuerte, dejando notas a setas o frutos
secos.
Lo más recurrente a la hora de cocinarlo
es dorarlo en la sartén, vuelta
y vuelta para incorporarlo como
carne vegetal principal a nuestros
platos o bocadillos, de acompañamiento
en una ensalada o frito para
preparar un wok. Puede rallarse para
hacer una boloñesa o que sirva de
relleno para unas croquetas e incluso
formar parte de nuestros guisos
y sopas.
Podemos marinarlo y aportar nuevos
sabores al tempeh.
Los ingredientes que mejor casan
con este alimento son: la salsa de soja
o tamari, la salsa teriyaki, la salsa
de cacahuete o combinaciones como
mostaza y sirope (miel) o especias
como pimentón ahumado, chipotle
en polvo o paprika ahumada.
Soja texturizada: Conocida como
proteína de soja o carne de soja,
puede superar los 50 gramos de
proteína. Este producto se produce al
procesar los granos de soja mediante
extrusión y deshidratación. El resultado
es un alimento seco que puede
aparecer en forma de copos, trozos
de mayor o menor tamaño o filetes.
La soja texturizada debe hidratarse
previamente (mínimo 10 minutos
dependiendo del tamaño) ya
que por sí sola no tiene sabor, por
lo que puede macerarse para que
su gusto vacile entre el pescado (si
usamos aceite de lino y alga nori)
o la carne (si lo condimentamos
con comino, pimentón ahumado o
barbacoa).
Se puede hidratar con agua y
condimentar una vez se echa en la
sartén, se puede hervir con caldo
vegetal para que tenga más sustancia,
condimentar el remojo con un
poco de salsa de soja o bien cocinarla
durante el proceso de la receta.
La boloñesa es sin duda el preparado
por excelencia de la soja
texturizada, ya que su formato (el
de la soja más fina) imita muy bien
la carne picada y combinada con
el tomate y las diferentes especias
tiene un resultado muy óptimo. Pero
existen muchas opciones con las
que recrearse y poner a prueba este
alimento.
26 Revista Vegetus, julio de 2023 www.unionvegetariana.org