20 8 THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY DOMINGO SÁBADO 13<strong>14</strong> DE ABRIL DE <strong>2024</strong> Acoge al country, no a la industria A R T E Y D I S E Ñ O Por JON CARAMANICA Con el lanzamiento de Cowboy Carter, el octavo álbum como solista de Beyoncé y en el que ella explora —y pone a prueba— los límites de la música country, gran parte de la conversación se ha centrado en si la industria de la música de ese género la apoyaría. Beyoncé es una de las estrellas pop más comercialmente exitosas y creativamente vibrantes del siglo XXI —sin duda su arribo sería recibido con vítores, ¿verdad? No precisamente. En lugar de ser recibida con una fiesta de bienvenida, Beyoncé ha sido recibida en gran medida con encogimiento de hombros. Texas Hold ’Em —lanzada antes del álbum— es una astuta combinación de los principios sonoros del country a la antigüita y la contagiosidad del pop actual. Sin embargo, ha recibido una atención extremadamente modesta en la radio de música country. Beyoncé es de color y mujer, dos grupos que el Nashville contemporáneo, el centro de la industria de la música country, ha marginado y embaucado consistentemente. Y ninguna cantidad de celebridad parece capaz de deshacer eso. La música country contemporánea a menudo se siente como un circuito cerrado de narrativas de hombres blancos. Es por eso que si Beyoncé y Nashville pueden o no encontrar una causa común es una pista falsa. Ninguno está particularmente interesado en el otro —el negocio de la música country tradicional aceptará ciertos tipos de forasteros, pero no está preparado para dar cabida a una estrella de color de la talla de Beyoncé, y ella se está centrando en el country como arte, inspiración y juguete sociopolítico, no una industria. En Instagram, Beyoncé lo dejó muy claro: “Este no es un álbum country. Este es un álbum ‘Beyoncé’”. Fue una declaración que le negó preventivamente a la industria de la música country la oportunidad de reclamar su trabajo y al mismo tiempo indicó que había encontrado un camino creativo alrededor de los límites del género. Esto es lo más cerca que ha estado de aprovechar la expectativa del racismo y la exclusión del género como medio de promoción. En lugar de ello, Beyoncé lo volvió personal, diciendo que el álbum “nació de una experiencia que tuve hace años en la que no me sentí bienvenida... y estaba muy claro que no lo era”. Probablemente sea una referencia a su aparición en los Premios de la Asociación de Música Country en 2016, donde interpretó su canción Daddy Lessons junto a las Dixie Chicks (ahora las Chicks). Beyoncé ha pasado de ser una creadora de éxitos confiable a iniciadora de conversación confiable, utilizando su enorme plataforma para contar una narrativa sobre la música de color presente y pasada. Sus álbumes son viajes musicales y también lecciones de historia, diciéndonos que la creatividad afro alimenta todos los rincones de la música popular. En Renaissance, su álbum anterior, destacó las comunidades negras queer en la música dance. Pero la música country todavía deja de lado sus raíces de color y dificulta que los artistas afros contemporáneos tengan oportunidades. Aunque todavía vive bajo la sombra del incidente de 2021 en el que fue capturado en video usando un insulto racial, Morgan Wallen sigue siendo la superestrella reinante del género y su popularidad prácticamente no se ha visto afectada. Pero el género cada vez más está siendo puesto a prueba desde afuera. La radio está cediendo poder al streaming y hay innumerables puntos de entrada para los artistas country que buscan eludir a los guardianes habituales. Esto ha sido un pequeño beneficio para los artistas que no son hombres blancos y que están encontrando a sus públicos de manera más directa, a menudo vía las redes sociales, y luego dejando que los grandes sellos discográficos se pongan al día. Ese ha sido el camino de Tanner Adell, quizás el artista country de color más prometedor que trabaja actualmente. Sin embargo, más revelador es el reciente éxito viral de Austin, de Dasha —una cantante blanca esencialmente desconocida— una canción pegadiza y country. ¿Una canción con la que Austin tiene bastante en común? Texas Hold’em. Ambas usan un banjo y hacen guiños a la tradición del country de manera muy consciente. Texas Hold ’Em actualmente encabeza la lista Hot Country Songs de Billboard, que representa la actividad de streaming independiente del género, pero no ha llegado muy alto en la lista Country Airplay, que rastrea la reproducción de radio, la verdadera métrica de la aceptación del género. MATT WILLIAMS Austin se ha convertido en una de las canciones country emblemáticas de este año. ¿Será Dasha bienvenida como artista country o rechazada como una intrusa? La respuesta, cuando llegue, quizás no sorprenda. Actores dan el salto a los videojuegos Por JUST LUNNING Una corriente de actores que construyeron sus carreras en Hollywood están haciendo sentir su presencia digital en los videojuegos, un medio alguna vez estigmatizado y que cada vez es más visto como una plataforma narrativa única con la capacidad de llegar a grandes audiencias. Algunos actúan con voz, transfiriendo habilidades que pueden haber perfeccionado en películas animadas o programas de televisión, mientras que otros contribuyen con sus imágenes a través de tecnología avanzada de captura de movimiento que puede replicar cejas fruncidas y mejillas arrugadas. El año pasado, Cameron Monaghan encabezó Star Wars Jedi: Survivor, Megan Fox interpretó a un personaje en Mortal Kombat 1 e Idris Elba y Keanu Reeves proporcionaron la columna vertebral de Cyberpunk 2077: Phantom Liberty. En una nueva versión del juego de terror de 1992 Alone in the Dark, tanto Jodie Comer, que ganó un Emmy por Killing Eve y un Tony por Prima Facie, como David Harbour, conocido por su trabajo en Stranger Things, están haciendo su debut en los videojuegos. “Espero que la gente siga viendo películas de dos horas dentro de décadas, pero sé que estarán jugando videojuegos”, dijo Harbour vía correo electrónico. En un video tras bambalinas del editor del juego, Comer dijo que trabajar en la película Free Guy, ambientada en un videojuego ficticio, le dio una nueva apreciación de la industria. “Es increíble poder salir de lo que haces habitualmente y explorar algo nuevo”, dijo. En Alone in the Dark, el personaje de Comer y el investigador privado que ella contrata, interpretado por Harbour, exploran un hospital psiquiátrico para descubrir la verdad detrás de una desaparición reciente. La migración a los videojuegos se produce porque los avances tecnológicos han reducido la desconexión entre las actuaciones de la vida real y las digitales. Incorporar a actores conocidos permite a los estudios llegar a personas que quizás no estén interesadas en sus juegos. “Si vieras que David Harbour y Jodie Comer estelarizan una nueva versión de la película de terror Alone in the Dark, probablemente irías a verla”, dijo Michael Csurics, director de casting y voz del juego. Una presencia conocida puede aumentar drásticamente el alcance de un juego. Para los juegos de gran presupuesto, los actores son un pequeño voto de confianza. Para los juegos independientes, pueden ser una apuesta de todo o nada. “Tener una celebridad definitivamente inclina la balanza del presupuesto”, dijo Csurics. Los actores de cine y televisión que han pasado a los videojuegos notan las similitudes entre actuar en ambos medios. Karen Fukuhara se unió al elenco de The Callisto Protocol, un juego de supervivencia de terror del 2022, THQ NORDIC; FOTO VÍA GETTY IMAGES Jodie Comer y su personaje en la nueva versión del juego de terror Alone in the Dark. unos años después de interpretar a Kimiko en The Boys, una serie satírica de superhéroes. Fukuhara dijo que había “imaginado que el casting de un videojuego era como, de acuerdo, simplemente actúa como si estuvieras en una zona de guerra o actúa como si estuvieras disparando a alguien”, pero que le sorprendió lo mucho que la experiencia “se sintió como una escena”. A final de cuentas, actuar es actuar. Los actores describen la experiencia de filmar en un escenario de captura de movimiento como algo intermedio entre el teatro y el cine. Rodeados por al menos una docena de cámaras en una habitación blanca con decorados minimalistas, los actores visten trajes ajustados cubiertos de puntos que ayudan al sistema a captar sus movimientos. Los miembros del equipo técnico observan desde la distancia y, a menudo, reproducen actuaciones en tiempo real. A diferencia de otros medios, los videojuegos transforman al espectador en un participante activo. Harbour dijo que los juegos permitían comentarios sociales y catarsis emocional, y que se unió a Alone in the Dark porque “parecía un terreno fértil para una nueva narración imaginativa y la oportunidad de arriesgarse”.
10 cm SANTO DOMINGO, RD. DOMINGO <strong>14</strong> DE ABRIL DE <strong>2024</strong> 21 5 cm 4 cm 3,5 cm 3 cm VARGAS LLOSA: ADIÓS A LA TRIBU (FRAGMENTO)