encendiendo-la-llama-del-ecologismo-revolucionario
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tarde, <strong>la</strong> gerente de <strong>la</strong> oficina <strong>del</strong> Sea Shepherd Marina <strong>del</strong> Rey sería acosada y citada<br />
por su sospechosa re<strong>la</strong>ción con Coronado. El<strong>la</strong> había adquirido el coche de Coronado<br />
cuando todavía estaba en Los Ángeles.<br />
A raíz de <strong>la</strong> información incautada de <strong>la</strong> casa de Mary<strong>la</strong>nd de un antiguo empleado de<br />
PETA en el verano de 1992, el Gran Jurado decidió investigar en Luisiana <strong>la</strong>s pautas <strong>del</strong><br />
p<strong>la</strong>n suspendido de atacar el Delta Regional Primate Facility de <strong>la</strong> Universidad de<br />
Tu<strong>la</strong>ne. A finales de 1992, cerca de treinta activistas habían sido citados, muchos de<br />
ellos para testificar sobre su conocimiento sobre ALF.<br />
El colectivo "Friends of Animals" en Connecticut, que había financiado en cubierto <strong>la</strong><br />
investigación de <strong>la</strong> CAFF sobre granjas de pieles en EEUU, cooperó totalmente con <strong>la</strong>s<br />
autoridades. 1992 sería un año recordado como aquel en el que docenas de activistas<br />
alternativos, así como muchos más por <strong>la</strong> liberación animal y movimientos ecologistas<br />
radicales vivieron en sus propias carnes <strong>la</strong> represión que el FBI y el ATF estaba<br />
causando a aquellos que apoyaban <strong>la</strong> acción directa de los guerreros <strong>del</strong> ALF y <strong>del</strong><br />
Earth First! A pesar de <strong>la</strong> intimidación, muchos activistas afectados por <strong>la</strong> tormenta no<br />
se dejaron amedrentar por los fascistas <strong>del</strong> gobierno norteamericano en <strong>la</strong> primavera <strong>del</strong><br />
93. Dos voluntarios de <strong>la</strong> CAFF se convirtieron en el objetivo <strong>del</strong> castigo federal.<br />
Deborah Scout y Kimberly Trimiew siguieron el camino a prisión de Jonathan Paul.<br />
Rick Scarce permanecía en esos momentos en <strong>la</strong> cárcel de Spokane, Washington, por<br />
negarse a testificar acerca de su re<strong>la</strong>ción con el ALF y con Coronado.<br />
No sólo los activistas fueron citados en el Gran Jurado, también l<strong>la</strong>maron a sus padres<br />
para dec<strong>la</strong>rar de<strong>la</strong>nte de <strong>la</strong> Inquisición. Mientras tanto, los gobiernos de los estados y el<br />
congreso luchaban por sacar ade<strong>la</strong>nte una legis<strong>la</strong>ción adaptada para aquellos que<br />
saboteasen al ALF y a Earth First! No pasó mucho tiempo para que todos los estados<br />
que fuesen visitados por el ALF tuviesen <strong>la</strong> "ley de protección de industrias animales",<br />
según <strong>la</strong> cual cualquier ataque <strong>del</strong> ALF debía ser considerado directamente como un<br />
crimen castigado con grandes indemnizaciones y hasta diez años de prisión.<br />
En julio de 1993, una acusación federal en el distrito Oeste de Michigan l<strong>la</strong>maba a Rod<br />
Coronado y le acusaba de incendio y de introducirse en <strong>la</strong> MSU. En pocos días, <strong>la</strong> cara<br />
de Coronado aparecía en <strong>la</strong> lista de "los más buscados" por el FBI, el ATF y <strong>la</strong> US<br />
Marshall. A pesar de que el congreso y <strong>la</strong>s leyes seña<strong>la</strong>ban al ALF como una fuerte y<br />
bien estructurada organización, <strong>la</strong>s autoridades sólo podían construir el caso contra<br />
Coronado en re<strong>la</strong>ción con su historia y con <strong>la</strong> acción directa ilegal. A través de <strong>la</strong> táctica<br />
de cazar al pez pequeño para luego coger al grande, el gobierno de EEUU había<br />
p<strong>la</strong>neado <strong>la</strong> estratégica decisión de colocar todas <strong>la</strong>s culpas sobre Coronado para que <strong>la</strong><br />
evidencia surgiese y dirigiese <strong>la</strong>s acusaciones hacia otros guerreros <strong>del</strong> ALF.<br />
Una vez más, <strong>la</strong>s fuerzas de destrucción que atentaban contra <strong>la</strong> Madre Tierra y contra<br />
sus hijos los animales habían puesto un precio a <strong>la</strong> cabeza <strong>del</strong> guerrero indígena que<br />
había luchado por defender los desiertos y <strong>la</strong> vida salvaje de los americanos nativos.<br />
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