Los Judeocristianos – Testigos Olvidados.PDF - El Mundo Bíblico
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Ritos judíos y rechazo de Pablo<br />
Ireneo, como otros después de él, relaciona a los ebionitas<br />
con los herejes Cerinto y Carpócrates, pues «profesan las<br />
mismas opiniones sobre el Señor» (consideran a Jesús como<br />
un hombre), Sin embargo, el obispo de Lyon sabe perfectamente<br />
que el pensamiento de los ebionitas sobre la<br />
creación del mundo es muy diferente de la de estos herejes,<br />
ya que, como los judíos y los cristianos, lo atribuyen al<br />
verdadero Dios, Para Ireneo es claro: por sus ritos, en par-<br />
«Un tal Cerinto, en Asia, enseñó la doctrina siguiente. No es el primer<br />
Dios el que hizo el mundo, sino una Potencia separada por uua<br />
distancia considerable de la Suprema Potencia, que está por encima<br />
de todas las cosas, y que ignora al Dios que está por encima de todo.<br />
Jesús no nació de una Virgen, pues eso le parecía imposible, sino que<br />
fue hijo de José y de María mediante una generación similar a la de<br />
los demás hombres, y predominó sobre todos por la justicia, la prudencia<br />
y la sabiduría.<br />
»De;pués del bautismo, Cristo. viniendo de la Suprema Potencia, que<br />
está por encima de todas las cosas, descendió sobre Jesús bajo la forma<br />
de una paloma; es entonces cuando Cristo anunció al Padre desconocido<br />
y llevó a cabo milagros; después, finalmente, fue de nuevo<br />
arrebatado de Jesús: Jesús sufrió y resucitó, pero Cristo permaneció<br />
impasible, dado que era pneumático», Ireneo, AH 1,26,1.<br />
¿Hay que incluir a Ceriuto y los cerintianos entre los judeocristianos?<br />
Según las más antiguas tradiciones, Cerinto apareció, desde finales<br />
del siglo 1, como el hereje típico, tratando de destruir el trabajo<br />
de los apóstoles en Asia Menor. Un pintoresco relato de Ireneo<br />
situado en Éfeso narra la huida del apóstol Juan cuando se enteró de<br />
que Cerinto estaba presente en los baños que él frecuentaba (AH<br />
3,3,4; d. también Eusebio, HE 3,28,6).<br />
Según Ireneo, la doctrina de este hereje se caracteriza por el reconocimiento<br />
de un primer Dios, «Suprema Potencia», que no es el crea-<br />
Cerinto según Ireneo<br />
ticular por la circuncisión, los ebionitas están estrechamente<br />
ligados al Judaísmo, Más aún, adoran a Jerusalén<br />
«como la casa de Dios»; ciertamente hay que entender es<br />
ta observaCión como una indicación sobre la orientación<br />
de su oración, Se apasionan por las profecías, que comentan<br />
«con una minucia excesiva», Su acogida de los libros<br />
que Ireneo considera como esenciales para la fe es reducida,<br />
puesto que están apegados sólo al Evangelio de Mateo,<br />
el más cercano a la tradición judía, y «rechazan al<br />
apóstol Pablo, al que acusan de apostasía con respecto a<br />
la Ley»,<br />
dar; de este Dios proviene el Cristo que baja sobre Jesús, después del<br />
bautismo, bajo la forma de una paloma.<br />
La Potencia creadora está separada de este Dios, «Suprema Potencia»,<br />
por «una distancia considerable». Esta dicotomía no apunta para<br />
nada al judaísmo; el judaísmo no puede ser acusado de ningún modo<br />
de haber enseñado la existencia de dos Potencias, la «Suprema<br />
Potencia» y la que ha creado. Además, no se dice nada de ninguna<br />
vinculación del hereje con la circuncisión y con las costumbres legales<br />
de los judíos.<br />
Más tarde se atribuyeron a Cerinto ideas milenaristas (HE 3,28,2), y<br />
Eusebio hace de él el jefe de un grupo, los cerintianos, afirmando claramente<br />
que este grupo es diferente del de los ebionitas. Epifanio relaciona<br />
a los cerintianos con los nazareos (Panarion 29,1,1). Jerónimo<br />
los pone en relación con los ebionitas (Carta 75), pues, según<br />
dice, Cerinto y Ebión «querían mezclar las ceremonias o las prácticas<br />
religiosas de la Ley con el Evangelio de Cristo».<br />
Ahora bien, hacer de Cerinto un hombre vinculado a la Leyes relativamente<br />
nuevo. Esta identificación se debe probablemente a una<br />
concepción cristológica análoga: Jesús sería un hombre sobre el que<br />
bajó el Cristo; predominó sobre los demás hombres en razón de su<br />
justicia. Ya Ireneo (citado por Hipólito, Refutación 7,34) relacionaba<br />
a Cerinto y los ebionitas en razón de su cristología.<br />
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