Pensadores dominicanos del siglo XX - Claro
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DARÍO SURO<br />
UN SIGLO DE LITERATURA DOMINICANA. MODERNISMO Y POSTMODERNIDAD, LIBERTAD Y VASALLAJE<br />
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A diferencia <strong>del</strong> Postumismo y de otros grupos literarios en<br />
los que primaban las iniciativas individuales, durante los seis años<br />
de su existencia, y en especial en el primer período, La Poesía<br />
Sorprendida mantuvo una llamativa conciencia colectiva, pro-<br />
piciada no sólo por los lazos de amistad entre los iniciados sino<br />
también por una permanente colaboración intelectual, desarro-<br />
llada fundamentalmente alrededor de la publicación de su revis-<br />
ta. El rigor y la cohesión de los sorprendidos dieron sus frutos. En<br />
sólo un año, 1944, en las ediciones de La Poesía Sorprendida apa-<br />
recieron poemas tan fundamentales para la poesía nacional como<br />
Vlía de Freddy Gatón Arce, Rosa de tierra de Rafael Américo<br />
Henríquez, Sin mundo ya y herido por el cielo y Clima de eternidad<br />
de Franklin Mieses Burgos. Manuel Rueda recuerda que «las co-<br />
laboraciones extranjeras y nacionales eran sometidas a minucio-<br />
sos estudios», por lo que parece cierta la versión de que muchas<br />
veces los textos finales llevaban la huella exigente <strong>del</strong> colectivo.<br />
Sin embargo, en el número XIX de la revista, correspondiente a<br />
septiembre-diciembre de 1946, el primero en el que aparecen fir-<br />
mados sus editoriales, Antonio Fernández Spencer se refiere a<br />
los peligros de ese colectivismo en la labor de la Revista, y por<br />
ende, dado el modo de relacionarse entre sus integrantes, en su<br />
proceso creativo: «Este tiempo de la reunión, de lo colectivo es<br />
el que hemos vivido en las labores de la revista. Peligroso y her-<br />
moso tiempo. Peligroso porque ha sido, en su belleza, un atenta-<br />
do contra el tiempo personal. Porque viviendo de un modo co-<br />
lectivo perdíamos las dimensiones seguras de la torre interior <strong>del</strong><br />
hombre que llevamos en nuestra propia sangre y <strong>del</strong> cual debe-