Pensadores dominicanos del siglo XX - Claro
Pensadores dominicanos del siglo XX - Claro
Pensadores dominicanos del siglo XX - Claro
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
UN SIGLO DE LITERATURA DOMINICANA. MODERNISMO Y POSTMODERNIDAD, LIBERTAD Y VASALLAJE<br />
552<br />
llevó al pueblo a las armas, consideramos un deber ineludible al-<br />
zar nuestras voces para que el mundo sepa que hemos estado jun-<br />
to al pueblo y que como siempre estaremos dispuestos a combatir<br />
con el arte como arma y escudo.» El folleto contiene poemas de<br />
René Del Risco, Abelardo Vicioso, Juan José Ayuso, Rafael Asta-<br />
cio Hernández, Pedro Mir, Miguel Alfonseca, Máximo Avilés<br />
Blonda, Pedro Caro y Ramón Francisco. El impacto de la insu-<br />
rrección <strong>del</strong> 65 ha sido profundo en la literatura y el arte naciona-<br />
les. Como tema o motivo influyó en la producción artística y lite-<br />
raria durante mucho tiempo, incluso en los escritores que no par-<br />
ticiparon directamente en el conflicto, como son Manuel Rueda,<br />
que escribió Entre alambradas, estrenada en el Palacio de Bellas<br />
Artes el 8 de julio de 1966; Héctor Incháustegui Cabral, colocado<br />
en la orilla opuesta, publicó en 1967 Diario de la guerra y Los dioses<br />
ametrallados; y Freddy Gatón Arce en su hermoso poema Poblana.<br />
La literatura de la post-guerra siguió mirando hacia abril <strong>del</strong> 65,<br />
pero ya desde la derrota y la desesperanza, o desde el optimismo<br />
por el triunfo inminente de la revolución. Otra de sus constantes<br />
sería la denuncia antimperialista - eje <strong>del</strong> poema de Ramón Fran-<br />
cisco «Contracanto a Walt Whitman» - y de «Coral Sombrío para<br />
invasores», de Miguel Alfonseca, uno de los pocos textos sobrevi-<br />
vientes de aquellos días trágicos:<br />
Morirán sin los abetos de Vermont.<br />
Morirán sin los grandes pastos rizados por el viento,<br />
sin los frescos terrones de California<br />
ni la cordillera <strong>del</strong> Oeste,<br />
donde el cielo es un pálido patriarca de mansedumbre.<br />
UN COMBATIENTE OBSERVA<br />
LA PINTURA DE UN ARTISTA<br />
DOMINICANO PARTICIPANTE EN<br />
LA GUERRA DE ABRIL DE 1965