Pensadores dominicanos del siglo XX - Claro
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UN SIGLO DE LITERATURA DOMINICANA. MODERNISMO Y POSTMODERNIDAD, LIBERTAD Y VASALLAJE<br />
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la parálisis en la que la había sumido la ideología <strong>del</strong> compromiso.<br />
Un año después de que Manuel Rueda publicara su poema plu-<br />
ralista Con el tambor de las islas, Marcio Veloz Maggiolo da a la luz<br />
De abril en a<strong>del</strong>ante (1976), que representa para la narrativa lo que<br />
el pluralismo para la poesía. Veloz Maggiolo la denomina «proto-<br />
novela», y convierte al acto escritural en la novela misma. Los<br />
recursos experimentales que aparecieron en su novela anterior, Los<br />
ángeles <strong>del</strong> hueso, son agotados en esta aventura experimental de<br />
largo aliento, que es a la vez el pase de cuenta de un escritor, el<br />
narrador-narrado de la novela, a los años de la rabia y la frustra-<br />
ción de la post-guerra. Escritura y reescritura: temas y personajes<br />
que avanzan y retroceden y se bifurcan en la novela: materia pri-<br />
ma, amasijo de vida recuperada por la memoria que el escritor se-<br />
guiría trabajando en los años siguientes hasta llegar al maravilloso<br />
ciclo narrativo sobre la historia y los personajes de Villa Francisca,<br />
publicado en 1996 bajo el título Trujillo, Villa Francisca y otros fan-<br />
tasmas, con el que obtuvo el Premio de la Feria <strong>del</strong> Libro corres-<br />
pondiente a ese año. En la novela y el cuento de los setenta en-<br />
contramos la riqueza y la multiplicidad que resultan de una mayor<br />
profesionalización <strong>del</strong> escritor: en la línea experimental se publica<br />
Escalera para Electra (1970) de Aída Cartagena Portalatín; Cuan-<br />
do amaban las tierras comuneras (1978), de Pedro Mir, novela de<br />
tesis en la que el autor prescinde de los signos de puntuación; con<br />
un lenguaje barroco y un tratamiento a la altura de las mejores<br />
novelas histórico-documentales, Carlos Esteban Deive publica Las<br />
desvastaciones (1979); y en Juego de Dominó (1973) y Goeíza (1980)<br />
Manuel Mora Serrano ensaya formas peculiares de novelar. A la<br />
MARCIO VELOZ MAGGIOLO,<br />
AL CENTRO, RECIBE EL PREMIO FERIA<br />
DEL LIBRO «DON EDUARDO LEÓN<br />
JIMENES» EN 1997. A LA DERECHA,<br />
EL REPRESENTANTE DE LA EMPRESA<br />
E. LEÓN JIMENES Y A LA IZQUIERDA,<br />
EL LIC. JOSÉ RAFAEL LANTIGUA,<br />
PRESIDENTE DE LA COMISIÓN<br />
PERMANENTE DE LA FERIA DEL LIBRO<br />
primera la llama noveleta, a la segunda novela escénica porque se<br />
trata de una sucesión de escenas en las que los personajes dicen<br />
parlamentos a la manera de una representación dramática; Efraim<br />
Castillo, José Alcántara Almánzar, Roberto Marcallé, Pedro Peix,<br />
Arturo Rodríguez Fernández, y Diógenes Valdez completan con<br />
sus cuentos y novelas la miríada de formas, temas y visiones <strong>del</strong><br />
narrador dominicano en una década a medio estar entre el com-<br />
promiso y la postmodernidad.<br />
En La era <strong>del</strong> vacío, un texto muy leído en los ambientes inte-