revista ejército nº 816 abril 2009 - Portal de Cultura de Defensa ...

del poder aéreo no se desarrolla en toda plenitud
en estos conflictos.
Varios elementos conforman la posibilidad de
éxito en el uso del poder aéreo en un enfrentamiento
convencional: la tecnología y el proceso
de innovación que son los más importantes en el
sentido de mejora de la precisión y la penetración,
la poca exposición de nuestras fuerzas; la
vulnerabilidad de la infraestructura enemiga, la
elección de los objetivos; y por último, el control
del aire. Con respecto a los objetivos, los que
definen las fuentes de poder del enemigo y que
constituyen los centros de gravedad son según
Jason B. Barlow 5 : el liderazgo, la industria, las
Fuerzas Armadas y las comunicaciones en el
sentido más amplio (transporte y enlaces). No todos
los adversarios presentarán la misma vulnerabilidad
en esos teóricos centros de gravedad;
algunos no tendrán repercusiones en el conflicto,
otros serán amortiguados por el resto y solo en
determinadas ocasiones el ataque sobre uno de
ellos provocará la desestabilización de los demás
y el colapso del enemigo.
Cualquier incidencia sobre los elementos
descritos anteriormente: tecnología,
vulnerabilidad y elección de objetivos, en
clara conexión con los que pondera el poder
aéreo, puede derivar el conflicto hacia
una guerra de desgaste. De este modo si
la tecnología no proporciona la precisión
deseada ocasionando daños colaterales, si
la vulnerabilidad de los objetivos no es tal
porque el enemigo no está desarrollado y
no presenta estructuras industriales o, si
es difícil la identificación de los objetivos
que batir tal y como ocurre en el desarrollo
de conflictos asimétricos, puede quedar invalidado
el uso convencional del poder aéreo.
El coronel Jean-Christophe Nöe 6 hace
un análisis proponiendo tres acciones en la
Nivel Operacional y Táctico
utilización de la tercera dimensión en estos conflictos.
La primera es el uso psicológico que
aporta la aviación haciéndose presente con vuelos
a baja altitud, con tiros de advertencia…, que
proporcione un efecto disuasivo en momentos
concretos de tensión, sin caer en la asiduidad
para no mermar la efectividad de la acción. Una
segunda acción consiste en el lanzamiento de
mensajes sobre la población haciendo que dude
sobre la eficacia o sentido de su comportamiento.
Y por último, se encuentra la vigilancia continua
ejercida desde el aire, a modo de Gran Hermano
televisivo que fomente entre el adversario
Para solventar estos conflictos de naturaleza irregular, para los
que Fuerzas Armadas y sociedades occidentales no están
preparadas, se hace necesario un ejercicio de reflexión que
culmine con la idea de que ejerciendo la fuerza de manera
convencional, se conseguirán exiguos resultados
una inseguridad permanente. Podemos apreciar
que para el coronel Nöel, el ejercicio del poder
aéreo ha dado un vuelco en el sentido de que los
objetivos del mismo son el cambio de voluntad
del enemigo y la población que lo sustenta por
medio de efectos psicológicos, limitando en gran
medida los efectos físicos o circunscribiéndolos
al desarrollo y empleo del armamento no letal
Lockheed Martin F-22 Raptor
REVISTA EJÉRCITO • N. 816 ABRIL • 2009 35