revista ejército nº 816 abril 2009 - Portal de Cultura de Defensa ...

El objetivo final es cortar el apoyo de la población civil
al enemigo, manteniendo el propio
(actúa incapacitando, disuadiendo, degradando
las operaciones y modificando el comportamiento),
que está dentro del ámbito acústico, biológico,
químico, electromagnético, informático, óptico,
social,…
Lo anteriormente expuesto no quiere decir
que el arma aérea no deba emplear otras formas
de acción, incluso las más violentas, aunque a
menudo estas últimas se relacionen directamente
con la seguridad y libertad de acción de las
fuerzas propias. Un ejemplo de ello lo encontramos
en el profuso uso de la guerra electrónica
que en esta ocasión no se supedita a las medidas
de apoyo electrónico en cuanto a la obtención
de información sobre el enemigo. Es ingente
el esfuerzo que realizan las plataformas
aéreas que patrullan los teatros de operaciones,
en busca de señales electromagnéticas que accionan
explosivos improvisados o el reconocimiento
con cámaras térmicas e infrarrojas para
la identificación de su emplazamiento. Valor
aparte merece el empleo de los medios aéreos
en el apoyo cercano a tropas amigas, donde el
armamento convencional pero de precisión, no
solo coadyuva al éxito de la misión sino que repercute
en la moral del combatiente amigo.
CONCLUSIÓN
Desde la antigüedad la confrontación entre
dos entidades rivales muy diferentes en capacidades
de fuerza, economía y situación social, ha
generado conflictos asimétricos. La ventaja de
una de las partes se torna discapacidad a la hora
de afrontar la guerra, si no se reflexiona sobre
las características y las bases en las que se sustenta,
usando lo que se puede denominar estrategia
asimétrica.
El centro de gravedad de esta estrategia asimétrica
no puede ser otro que la opinión de la
población civil (recordemos que en muchas ocasiones,
el propio es la opinión de nuestra población
civil en cuanto a la utilidad del conflicto por
lo innecesario de su extensión y las repercusiones
en las políticas de los países). Para la aplicación
de esta estrategia asimétrica es imprescindible
tener en cuenta los siguientes puntos
además de los que ya se están empleando: ha-
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cer un uso extensivo de los medios de comunicación
que legitimen nuestras operaciones, aislar
las fuentes de apoyo, obtener una inteligencia
de calidad y no sobreexcedernos en nuestras reacciones.
Todos estos puntos están relacionados
de forma más o menos directa con el uso del
poder aéreo en conflictos de carácter convencional
y de aplicación también al caso asimétrico.
La presencia aérea, propaganda y vigilancia continua,
es donde reside la tendencia de actuación
para el arma aérea en los conflictos asimétricos,
y cuyo objetivo es la población enemiga en su
aspecto psicológico, sin descartar otro tipo de
acciones más convencionales siempre bajo los
criterios de proporcionalidad y mínimos daños
colaterales.
NOTAS
1 Famoso general de Bizancio y principal protagonista
militar de la expansión que durante el reinado
de Justiniano experimentó el imperio sobre el
Mediterráneo Occidental.
2 Javier Jordán es profesor de Ciencia Política en
la Universidad de Granada, investigador del
Centro de Estudios de la Defensa Nacional y autor
del libro El Nuevo Rostro de la Guerra, EUN-
SA.
3 Luis Bonilla es el presidente de la Fundación Centro
Latino de Miranda en Venezuela y autor del libro
Guerra de Cuarta Generación y Sala Situacional,
Ediciones Cooperativa, Editorial PLOM.
Caracas.
4 El Congreso Nacional de Estudios de Seguridad
(octubre de 2002) fue una iniciativa de la Facultad
de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad
de Granada. Allí fue desarrollada una
ponencia sobre «El Conflicto Asimétrico» por
parte de un representante del Mando de Adiestramiento
y Doctrina.
5 Jason B. Barlow es comandante de la USAF y
autor del artículo «Una Estrategia Actual del Poder
Aéreo», editada en el Air & Space Journal International
en el otoño de 1994.
6 El coronel Nöel es jefe de la Célula de Estudios y
Estrategia Aérea Militar (CESAM) del Ejército del
Aire francés.