revista ejército nº 816 abril 2009 - Portal de Cultura de Defensa ...

cas, de personal y cargas
de diferente índole
(equipos del personal,
armamento, así como
materias peligrosas como
municiones, artificios,
etc).
Si tenemos en cuenta
las condiciones físicas
y psíquicas (fatiga,
somnolencia, estrés,…)
a las que se ve sometido
nuestro personal como
consecuencia de
las diferentes situaciones
tácticas y la especial
idiosincrasia de
nuestra profesión, la
actual media de edad de la tropa profesional, su
escasa preparación previa como conductores y
los cortos periodos de formación al respecto, en
la mayoría de las ocasiones insuficientes, los que
tenemos la responsabilidad de dicha formación
nos encontramos con una serie de factores de
riesgo que entran en contradicción con el concepto
de seguridad vial; de ahí esa antítesis al principio
mencionada.
Podemos resumir las causas más probables
de accidente en «la falta de mantenimiento de
los vehículos, el agotamiento del material y la
disminución del adiestramiento de los conductores
por la reducción de las horas formación y la
disminución de los medios disponibles», que traen
como consecuencia las cifras de siniestralidad
en nuestras FAS y en especial en el Ejército
de Tierra.
ALGUNAS MEDIDAS PARA MEJORAR
LA SEGURIDAD VIAL DE LAS FAS
Como formadores y educadores viales no podemos
conformarnos con la antítesis planteada,
sino que hemos de insistir en unas medidas encaminadas
a alcanzar la perfecta armonía o simbiosis
entre seguridad vial y necesidades «militares».
Medidas como:
Una minuciosa preparación y formación de los
futuros conductores militares no solo en la conducción,
sino también en el conocimiento y mantenimiento
de los vehículos. Para ello no deben
escatimarse los recursos humanos, el personal
Instrucción y Adiestramiento
necesario en número y cualificación, ni los medios
materiales adecuados a la formación que se
pretende impartir, así como el tiempo necesario
para dicha formación.
Retrasar la edad mínima para el acceso a
ciertos permisos (C, D y E) y marcar unos periodos
mínimos desde la obtención del PMC de la
clase B, hasta la obtención de otros permisos.
De esta manera se evitaría que conductores que
apenas hayan obtenido su primer permiso B, o
que habiéndolo obtenido hace tiempo no tienen
experiencia en la conducción de vehículos, accedan
a permisos como el C o el D con una formación
de base deficiente, que dificulta los periodos
de aprendizaje.
Poner en marcha el proceso para que todos
los conductores que accedan a permisos de la
clase F, estén en posesión del C como requisito
imprescindible, para aprovechar su experiencia
con vehículos pesados.
Una correcta información en las propias unidades
sobre los medios disponibles en todo momento,
con cursos para los nuevos vehículos de
dotación, derivaría en la valoración correcta de
los medios y en un empleo más racional que mejoraría
la seguridad y con ella la reducción de las
cifras de accidentalidad.
Campañas divulgativas y formativas de seguridad
vial para las FAS. Labores de concienciación,
para la tropa principalmente, sobre los riesgos
derivados de la conducción en todos sus
niveles: conductor, pasajero y peatón. Asesora-
REVISTA EJÉRCITO • N. 816 ABRIL • 2009 65
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