instructor de paracaidismo - curso teorico - Federacion Argentina de ...

En el tipo motor o motriz predominan las imágenes del movimiento, el orador que
mueve los brazos, el bailar’in que reproduce los pasos de baile.
Imágenes mnemónicas Imagen que reproduce lo que ya vivimos
Imagen real Reproducen exactamente lo percibido
Imágenes consecutivas Se produce a continuación de haber percibido un objeto
Imágenes fantasías No son la copia de la realidad, sino que los inventa el
sujeto, basado en la personalidad y en el medio ambiente
que rodea al individuo.
Los recuerdos son el contenido de la memoria.
Atención
La atención es una concentración de la actividad de la conciencia.
Para aclarar este concepto diríamos que: Los objetos adquieren un relieve cada vez
mayor en tanto se acerca el foco de la atención y, en cambio desaparecen
gradualmente de la conciencia, en tanto se alejan.
Para concentra mi atención en un asunto, debo necesariamente descuidar otros.
Para fijar mi vista en una cosa, debo dejar de ver todas las demás.
Fijarse en un objeto implica buscarlo antes, la visión implica una “pre-visión”
La atención no es solamente una función de concentración, sino también una
función de selección de nuestra conciencia. En la base de la atención hay un
sistema de intereses vitales. En función de ese sistema seleccionamos nuestra
actividad.
Preferimos unos objetos y posponemos otros al régimen de intereses y necesidades
que organiza los menesteres de nuestra vida. Podríamos llamarle “Régimen de
Preferencia”, por lo tanto nunca llegaremos a prestar atención mas que aquellas
cosas hacia las cuales estábamos atentos sin saberlo. Solo atendemos lo que
previamente nos preocupa, lo que mueve nuestro estado de pre-atención.
Voluntad
Para que exista voluntad se necesitan dos factores:
• Una actividad intelectual que anticipe mentalmente el fin propuesto.
• Una actividad impulsiva que tienda ala realización de ese fin.
Una vida sin actividad intelectual ni actividad impulsiva, no provocan ningún tipo de
tendencia a que broten energías, por lo tanto la actividad no se conduce.
Cuando se da lo anterior en forma positiva, es la voluntad que encauza la actividad
intelectual y la actividad impulsiva. Por eso una vida pobre de tendencias, una vida
humana de impulsos mezquinos, no podrá tener “fuerza de voluntad”. Un objeto que
no provoque una fuerte reacción en nuestra vida impulsiva deja siempre indecisa a
nuestra voluntad. La voluntad tiene un carácter propio e inconfundible. Es la
capacidad de tomar una decisión frente a los fines que brotan del manantial de la
vida impulsiva.
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