Lenguaje - Ministerio del Poder Popular para la Educación
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El dueño <strong>del</strong> fuego<br />
(Leyenda venezo<strong>la</strong>na)<br />
Cerca <strong>del</strong> lugar donde nace el Orinoco vivía Babá, el rey de los<br />
caimanes. Su esposa era una rana grandísima y juntos tenían un gran secreto<br />
que ignoraban los demás animales y los hombres. Estaba guardado en<br />
<strong>la</strong> garganta <strong>del</strong> caimán Babá. La pareja se metía en una cueva y amenazaban<br />
con el riesgo de perder <strong>la</strong> vida a quien osara entrar; decían que dentro había<br />
un dios que todo lo devora y que solo ellos, reyes <strong>del</strong> agua, podían pasar.<br />
Un día <strong>la</strong> perdiz, apurada por hacer su nido, entró distraída en <strong>la</strong><br />
cueva. Buscando paja y palitos encontró hojas y orugas chamuscadas, como<br />
si el fuego <strong>del</strong> cielo hubiera estado por ahí. Probó <strong>la</strong>s orugas tostadas y<br />
le supieron mejor que cuando <strong>la</strong>s comía crudas. Se fue aleteando a ras <strong>del</strong><br />
suelo <strong>para</strong> contarle todo a Tucusito, el colibrí de plumas rojas. Al rato llegó el<br />
pájaro Bobo y entre los tres idearon un p<strong>la</strong>n <strong>para</strong> averiguar cómo hacían <strong>la</strong><br />
rana y el caimán <strong>para</strong> cocer tan ricas orugas.<br />
Bobo se escondió dentro de <strong>la</strong> caverna aprovechando su oscuro plumaje.<br />
La rana soltó <strong>la</strong>s orugas que traía en <strong>la</strong> boca al tiempo que Babá abría <strong>la</strong> suya,<br />
dejando salir unas lenguas rojas y bril<strong>la</strong>ntes. La pareja comía <strong>la</strong>s orugas sin<br />
percatarse de Bobo, y luego se durmieron satisfechos. Entonces, Bobo salió<br />
corriendo <strong>para</strong> contarles a sus amigos lo que había visto.<br />
Al día siguiente se pusieron a maquinar cómo arrebatarle el fuego al<br />
caimán sin quemarse ni convertirse en comida de los reyes <strong>del</strong> agua. Tendría<br />
que ser cuando este abriera <strong>la</strong> bocota <strong>para</strong> reír.