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pero contrariamente a lo que había sido cotidiano
en mí, no tenía que ir a la oficina, no tenía que
ir a Aguilera Ingenieros Consultores, S.A.
No ha habido especialmente un día señalado
con respecto a la normalidad del calendario, sino
el constatar que mis colaboradores desde el primer
día han seguido una regla áurea del funcionamiento
de la empresa: “En Aguilera nada de lo
que hagas será suficientemente bueno”.
Esto ha dado lugar a un aumento constante
de la calidad del trabajo.
¿La creación de la empresa Aguilera Ingenieros
Consultores, S.A?
Resulta curioso que el nombre de nuestra empresa
lo haya estudiado y seleccionado una persona
ajena a la misma y sorprende lo preciso y
adecuado del mismo. El logotipo lo adopté yo
años más tarde.
Así, de una forma tan sencilla, me fui lentamente
introduciendo en el mundo de la ingeniería.
En Chile donde yo había sido seleccionado
en un concurso internacional patrocinado por la UNESCO
para dar clases en la cátedra de Instalaciones Industriales,
hicimos los primeros ahorros: hubo un hecho que nos hizo
adelantar el viaje de regreso a España, al medio año de
estar allí, hubo una fuerte devaluación del escudo.
El contrato que yo había suscrito con la Universidad de
Concepción de Chile era en dólares pagaderos en moneda
chilena equivalente. La Universidad de Concepción
pretendió al principio pagarme en escudos cada día más
devaluados. Yo protesté y tuve una entrevista con el rector,
en cuyo momento, el escudo ya se había devaluado el
50%. Mi retribución con respecto a los demás profesores
chilenos si me pagaban en moneda equivalente, constituía
un verdadero escándalo.
Con serenidad, paciencia y con el asesoramiento de un
excelente abogado, di los pasos adecuados para que sin
ocasionar ningún trastorno a la Universidad, yo pudiese
rescindir el contrato antes de llegar al término del mismo.
Llegamos a un acuerdo muy amistoso. Terminé el curso
y al año siguiente asesoré gratuitamente a la Facultad de
Ingeniería en el desarrollo de las clases de instalaciones y
exámenes. Fue una solución muy positiva para ambas partes.
En aquel momento en España empezaba el “boom” de
la construcción. En lugar de buscar un puesto de trabajo,
decidí trabajar por mi cuenta como ingeniero consultor en
el campo de las instalaciones.
Visité a varios arquitectos e ingenieros compañeros.
Tras estas entrevistas tuve una información de primera
mano sobre el posible trabajo en España.
entrevista
Empecé con el proyecto de las instalaciones de un edificio
en la Malagueta, cuyo arquitecto era Antonio Lamela.
El porvenir en España lo veía totalmente despejado.
En una semana me llegaron más de treinta cartas pidiéndome
oferta sobre instalaciones de tratamiento de agua.
Todas las cartas iban dirigidas a la siguiente dirección:
Aguilera Ingenieros Consultores. C/General Martínez Campos,
3 Madrid.
Llamé a uno de los peticionarios y le pregunté quien le
había dado el nombre y dirección. Descubrí que fue Gamaliel
Martínez de Bascarán, compañero de promoción y
a quien yo le había visitado en Delf (Holanda) cuando
estuvo ampliando estudios.
¿En qué sectores habéis trabajado?, ¿qué proyectos
habéis realizado?, ¿cómo entráis en las nuevas tecnologías?,
¿controles de calidad en una empresa de Ingeniería?,
¿en qué os diferenciáis de otras empresas
de Ingeniería de Desarrollo/Proceso?
Hemos trabajado en instalaciones electromecánicas y edificación
industrial. Los sectores han sido los edificios singulares,
los complejos turísticos, museos, Aeropuertos e industrialmente
los centros de proceso de datos de alta fiabilidad,
fábricas de la industria cosmética y laboratorios y centros de
investigación farmacéuticos. Hemos desarrollado proyectos
en toda España y en más de 40 países diferentes.
No es posible resumir las referencias de 50 años ya
que los proyectos más visibles no son siempre los más
noviembre - diciembre COIIM 9