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¿Por qué ser Ingeniero Industrial? Cuéntanos como se
desarrolló tu pasión por la Ingeniería Industrial.
Desde muy joven, casi de niño, me atrajeron los estudios
de Ingeniero Industrial, sin que sepa decir cuál fue la razón
fundamental de esta decisión.
¿Qué puede hacer un niño sino otra cosa que soñar?
¿Era porque me gustaban más las ciencias que las letras?
¿Era porque algunas personas a quien la sociedad las tenía
como importantes eran Ingenieros Industriales? ¿Era porque
ganaban mucho dinero?
Cuando no había cumplido los 14 años, yo sin ninguna
razón poderosa, me gustaba oír hablar de los Ingenieros
Industriales.
No deseo alargar esta entrevista explicando lo que no
tiene explicación.
DESDE MUY JOVEN, CASI DE NIÑO,
ME ATRAJERON LOS ESTUDIOS DE
INGENIERO INDUSTRIAL
entrevista
Desde 1948 a 1957, se puede decir que Benedicto Aguilera dedicó todo su tiempo a prepararse para los exámenes
que exigía la École Technique Superieure d’Engenieurs de Bruselas, teniendo en cuenta los programas que había
adquirido sobre la enseñanza de dicho centro docente.
En 1957 ingresó en esta Escuela y terminó en 1958, especializándose en Electricidad Corriente Fuerte, sacando
la calificación de Gran Distinción.
Para obtener el título de Ingeniero Electricista era necesario pasar las pruebas de reválida de todas las asignaturas
de la carrera.
De regreso a España presentó el expediente en el que se incluían los estudios y trabajos de Bélgica y España, y
de acuerdo con la ley, estos documentos eran examinados por una Comisión formada por los directores de las
Escuelas Superiores de Ingenieros Industriales de Madrid, Barcelona y Bilbao.
En el mes de febrero de 1959, la citada Comisión dictaminó favorablemente, aceptándole como alumno regular
de la Escuela, obligándole a cursar y examinarse de cierto número de asignaturas que, según la Comisión, no habían
sido estudiadas completamente. *
Benedicto Aguilera terminó la carrera en 1960 con el número 20 de la Promoción 103, con una calificación de
20/20 en el Proyecto Final de Carrera. Posteriormente, en mayo de 1965, obtuvo el doctorado. En 1976 realizó además
un máster en Alta Dirección de Empresas en IESE.
Al terminar los estudios de Ingeniería Industrial, pasó 2 años en la Browsner Española, desde donde acudió a un
concurso internacional para cubrir la plaza de profesor de Instalaciones Técnicas en la Universidad de Concepción
de Chile, patrocinado por la UNESCO.
En 1962 regresó a España y empezó a trabajar por cuenta propia con el nombre de Aguilera Ingenieros
Consultores, S.A.
Es imposible resumir su trabajo, incluso reduciendo fuertemente el número de proyectos realizados. Baste puntualizar
que al hacer un traslado de los planos del archivo entre dos lugares, el peso de los mismos fue de 12.500 kg/neto.
Entre estos proyectos se encuentra un gran número de hoteles de lujo, clínicas, laboratorios farmacéuticos, edificios
de oficinas, etc. tanto en España como en el extranjero.
Por falta de medios económicos, con gran dificultad, sólo
pude aspirar a estudiar el bachillerato.
Por consejo de un amigo que conocía lo que era la preparación
de la Ingeniería y de los Peritos Industriales, al
final de octubre de 1944 decidí estudiar la carrera de Perito
Industrial.
¿Cómo lo conseguiste? ¿Qué pasos tuviste que dar para
alcanzar la meta que te propusiste?
En nuestro cortísimo viaje de novios de regreso de Palma
de Mallorca, pasamos por Barcelona. Hicimos una excursión
al Monasterio de Montserrat en autobús. Durante el
camino hablamos extensamente mi mujer y yo del proyecto
de salir al extranjero para hacerme ingeniero electricista
como medio de acceder a la ETSII de Madrid.
En aquella época yo veía con entusiasmo la posibilidad
de hacerme ingeniero en Francia o Bélgica, para lo
cual desde Valladolid me había preparado bien el francés
en el consulado, dirigido por Monsieur Supiot.
El planteamiento era el siguiente: para hacerse Ingeniero
Industrial, había tres vías:
1. Normal Bachiller superior + ingreso (de 2 a 5 años)
+ 6 años de carrera (para esta opción se me había
pasado el tiempo).
* Se puede llegar a pensar que no fueron necesarios todos estos vericuetos, pero la causa de tantos esfuerzos, que a primera vista pueden parecer innecesarios, es
la falta de medios económicos para estudiar directamente la carrera de Ingeniería Industrial.
noviembre - diciembre COIIM 5