08.05.2013 Views

Ver archivo en formato pdf - Ramona

Ver archivo en formato pdf - Ramona

Ver archivo en formato pdf - Ramona

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

eco. Creo que es tarde y d<strong>en</strong>tro de poco anochecerá. Pero no<br />

voy a bajar todavía, con la lagartija <strong>en</strong> el frasco y los libros que<br />

no pude leer. No voy a bajar aunque sea difícil desc<strong>en</strong>der <strong>en</strong><br />

la p<strong>en</strong>umbra, más tarde.<br />

-No vayas, papá.<br />

-Ya somos más de tresci<strong>en</strong>tos.<br />

-¿Quier<strong>en</strong> bajar ya al pueblo?<br />

-Vayan escuchando el plan. Habl<strong>en</strong> por ord<strong>en</strong>.<br />

-Antes, ustedes –dijo Titán- a la Piedra. Se escond<strong>en</strong>. –Dos<br />

hombres sil<strong>en</strong>ciosos se alejaron.<br />

-Sí, Titán.<br />

Lo t<strong>en</strong>go <strong>en</strong> la mira, m<strong>en</strong>os de quini<strong>en</strong>tos metros. Es tan <strong>en</strong>orme<br />

que aún a la distancia resultará un blanco demasiado fácil.<br />

Cinco tiros, un peine <strong>en</strong>tero: <strong>en</strong> la cabeza, el lomo, <strong>en</strong> la<br />

grupa, quizá <strong>en</strong> el corazón <strong>en</strong>orme y agitado. Es demasiado<br />

hermoso, demasiado fuerte. Casi es imposible que sea. Odio<br />

lo que es y no puede, no debe ser. Si pi<strong>en</strong>so <strong>en</strong> el t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te tal<br />

vez pueda gatillar. Ni el t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te ni yo debemos ser, estamos<br />

fuera de lugar, <strong>en</strong> cualquier lugar. Como el caballo. Y yo aquí,<br />

desde nueve meses atrás, habituándome al estiércol. “Aguante,<br />

aguante”, dice el t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te. “La milicia debe disciplinar la nariz”<br />

dice, y de golpe. “Usted es de los que llegarán lejos”. “¡Llegar<br />

lejos!. Eso, eso es morirse, es lo más lejano…” Entonces,<br />

las horas <strong>en</strong> la caballeriza, sobre los textos, vacías, a la luz de<br />

la literna, una vigilia de caballos, olor a orina, a estiércol, cepillos,<br />

maniobras, recuerdos, Lidaleda, lámpara, el texto, escarcha,<br />

caballos, caballos, maniobras, al suelo, los cardos,<br />

baño, sudor, estiércol, Lidaleda, el caballo, los caballos, Giordanni,<br />

el caballo.<br />

-¡Hijos de puta!<br />

-No vayas, papá.<br />

Kiwi Sainz<br />

le<strong>en</strong> a ramona <strong>en</strong> su casa<br />

Sara García Uriburu<br />

se suscribió a ramona<br />

La Universidad Di Tella<br />

ti<strong>en</strong>e a ramona <strong>en</strong> su biblioteca<br />

Diana Ordóñez<br />

se suscribió a ramona<br />

PALABRA DE ARTISTAS | PAGINA 29<br />

Pero Titán monta, d<strong>en</strong>tro del cobertizo. El caballo se <strong>en</strong>cabrita,<br />

las piernas aprietan los ijares. Sus coces abr<strong>en</strong> las puertas<br />

bati<strong>en</strong>tes. Levanta, rampante, las dos patas delanteras, los<br />

cascos, rompe su carrera hacia el valle, al atardecer de ese<br />

día tan largo, con el peso de Titán. El caballo galopa con furia<br />

hacia el c<strong>en</strong>tro del llano, alejándose del grupo de canteristas<br />

azorados.<br />

Me paré y dejé los libros y la lagartija cuando oí.<br />

-Papá, no vayas.<br />

También oí el grito del soldado, ese alarido rabioso y sorpresivo,<br />

que hizo levantar los pájaros.<br />

-¡Hijos de puta!.<br />

Los canteristas oy<strong>en</strong> cinco disparos, <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran muerto a Titán:<br />

atravesado el pecho, sangrante. En su muerte aprieta el<br />

caballo, y se juntan sus sangres. El caballo con cuatro balazos.<br />

Todavía agita sus patas cuando llegan los canteristas, sin<br />

el niño, cuando cierran el círculo y decid<strong>en</strong> diseminarse por la<br />

colina a buscar al asesino.<br />

No compr<strong>en</strong>do por qué el soldado mató al caballo. Por las dudas<br />

me esconderé <strong>en</strong>tre las piedras. Debe estar loco ¿Y su<br />

grito? Se oye <strong>en</strong>tre las piedras el rumor del vi<strong>en</strong>to, parecido al<br />

de muchos hombres trepando con la int<strong>en</strong>ción de no hacer<br />

ruido. Sorpresas del vi<strong>en</strong>to. Por suerte el soldado se va, l<strong>en</strong>tam<strong>en</strong>te,<br />

llevando el mauser boca abajo. Podré irme de acá.<br />

Llevaré de recuerdo la lagartija y no volveré jamás, aunque no<br />

<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tre ese cráneo calcáreo.<br />

(Cu<strong>en</strong>to incluido <strong>en</strong> el libro: “La virginidad es un tigre de papel”,<br />

Tandil, Martínez Belsa Editor, 1974 – 1998)<br />

Nora Dobarro<br />

sigue coleccionando ramona<br />

Carlos Claiman<br />

ti<strong>en</strong>e a ramona todos los meses<br />

Luis Par<strong>en</strong>ti<br />

colecciona ramona<br />

Marcelo Brodsky<br />

recibe a ramona todos los meses

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!